El pesimismo que se ha instalado en el sevillismo tiene una base lógica irrefutable ya que, además de la eliminación de la UEFA Europa League, en los dos últimos meses se ha cosechado la peor racha de resultados en LaLiga, a pesar de que el Sevilla Fútbol Club no ha caído derrotado en ningún partido. Abonado por el mal fario que ha arraigado en el Sánchez-Pizjuán, cuya última muestra es la lesión de Delaney con la selección danesa, el pesimismo amenaza con instalarse de forma definitiva entre nosotros, a pesar de lo cual podemos también encontrar motivos para revolvernos contra ese sentimiento de negatividad y afrontar la recta final del campeonato liguero con más entusiasmo que el que actualmente nos envuelve.
Nueve rivales tienen aún que enfrentarse a nuestros jugadores, entre los cuales aparecen los rivales directos con los que se habrán de ordenar las primeras cuatro plazas de la clasificación, puesto que sólo una hecatombe desconocida e inimaginable podría hacer que el Sevilla Fútbol Club estuviera fuera del cuarteto de cabeza. Los enfrentamientos de la primera vuelta depararon una derrota ante el Ladrón Madrí, un empate con el ‘másqueunclub’ y una victoria con el Atleti, así que no hay motivos para sentirse derrotados de antemano con ninguno de los tres.
Analizando de forma más global la trayectoria del equipo, hagamos el ejercicio de fragmentar el campeonato en tramos de nueve partidos y veamos cómo ha sido su evolución.
En las primeras nueve jornadas, se cosecharon 18 puntos merced a cinco victorias, tres empates y una derrota, concretamente ante el Granada. En las siguientes nueve jornadas, entre la 10 y la 18, se obtuvieron 20 puntos gracias a seis victorias, dos empates y una derrota, ante el Real Madrid, la última vez que un marcador ha sido adverso para nuestros intereses. Y en el tercer tramo de nueve jornadas, entre la 19 y la 27, se han conseguido cuatro victorias y cinco empates que han permitido adicionar otros 17 puntos.
Mirando hacia el futuro e intentando imaginar lo que pueda acontecer en los dos meses finales de competición, adoptemos la peor de las realidades conocidas hasta ahora del Sevilla Fútbol Club y establezcamos como hipótesis que se suman otros 17 puntos, igual que en el tramo precedente. En tal caso, y dado que la distancia con el quinto clasificado es de 7 puntos, más el saldo de goles favorable, supone que el rival que amenaza nuestra plaza Champions tendría que sumar 25 de los 27 puntos que aún están en disputa. ¡¡25 de 27!!, es decir, tendría que conseguir 7 victorias y 2 empates.
En este punto, conviene resolver la cuestión más importante teniendo en cuenta que en este tramo final comparecen en nuestro horizonte las tres multinacionales del fútbol nacional: ¿está al alcance de nuestro equipo repetir esa marca mínima de 17 puntos en 9 partidos? Dicho está que tres de los rivales pueden catalogarse como muy difíciles. Además de ellos, deben colocarse enfrente de los chicos de JLo cuatro conjuntos de la zona baja como Granada, Levante, Cádiz y Mallorca, quienes pelean por eludir el descenso. El grupo de 9 se completa con dos conjuntos de la zona media-alta, Villarreal y Athletic de Bilbao.
Añadamos ahora otro elemento de análisis que puede ser ilustrativo, dado que el desempeño de nuestro equipo es bipolar en función de si comparece en estadio propio o ajeno. De los encuentros pendientes, cinco habrán de disputarse a cobijo de la afición, concretamente ante Granada, Real Madrid, Cádiz, Mallorca y Athletic de Bilbao, con el que se cerrará la temporada. Si se quiere mantener la plaza Champions es obvio que habrá que aspirar a sumar un mínimo de 13 puntos.
Por otro lado, en los partidos lejos de la ciudad esperan FC Barcelona, Levante, Villarreal y At. de Madrid, con los cuales habría que sumar los cuatro puntos que faltan para ese hipotético objetivo mínimo de 17 puntos en 9 jornadas.
En función de todos estos datos, pasados y futuros, ¿realmente hay motivos objetivos para tanto pesimismo? A bote pronto, la respuesta tiene que ser negativa, aunque no se debe esconder que la trayectoria inmediata y el cúmulo de desgracias que acumula la plantilla del Sevilla Fútbol Club inducen a pensar en lo contrario.
Pese a todo y como en tantos otros índoles de la vida, seamos optimistas, toquemos madera y confiemos en que durante los próximos días la plantilla del Sevilla Fútbol Club vaya recuperando efectivos, de tal manera que se pueda retomar la senda triunfante que nos llevó a una consolidada segunda plaza con importante ventaja sobre los competidores. Ahora que, lamentablemente, nuestro equipo sólo va a jugar un partido a la semana, disponer de una amplia plantilla es un elemento esencial para obtener el verdadero objetivo de la entidad: ganarse un puesto en la próxima edición de la Liga de Campeones. Está al alcance de su mano y, sin duda, no hay datos objetivos que avalen tanto pesimismo.