La discusión está servida. ¿Tenemos los aficionados del Sevilla Fútbol Club derecho a soñar? ¿Deben soñar los futbolistas con un objetivo impensable hace un mes y que, a día de hoy, después de la victoria frente a la Real Sociedad, permanece a la misma distancia pero con un partido menos?
De esto hablaba con Jul y Gan ayer domingo por la tarde, después de ver entrevistas y declaraciones de don Julen Lopetegui, después de escuchar a protagonistas, de leer a aficionados y a analistas. ¿Qué tiene de malo soñar?, nos preguntamos. Parece un acto pecaminoso, como si el mero hecho de pensar en alcanzar un logro extraordinario fuese motivo de flagelación, de tortura, al estilo de aquellos monjes y religiosas tenebrosos que en tiempos no tan lejanos castigaban así sus debilidades terrenales.
Pero ¿y nosotros, por qué no podemos soñar? ¿Pretendemos acaso cercenar de un tajo la ilusión por ganar un título liguero después de que hayan pasado quince años desde la última vez que hubo una vaga posibilidad?
El entrenador del Sevilla Fútbol Club afirma que no hay sueño más grande en este momento que ganarle al Levante el próximo miércoles, que hacer realidad la victoria en el siguiente partido es la única forma de hacer realidad algo más grande que solo se construye así. Y tiene razón. Bien hará en inculcar eso a sus futbolistas, porque la única posibilidad de que el sueño deje de ser una quimera y pase a ser una opción real será de esa forma. Primero, el Levante. Y después, el siguiente. Y así hasta siete veces seguidas para llegar hasta donde se pueda, lo más alto posible. Porque, aunque no pueda compararse ni de lejos con llegar a ser campeones, quedar por encima de alguno de los tres de siempre tampoco estaría nada mal.
¿Y nosotros, los aficionados, tenemos derecho a hacer las cuentas de la lechera? En casa hemos llegado a la conclusión de que por supuesto que sí. Soñar tiene que ver con la esperanza en conseguir un objetivo. Soñar es muy diferente a hacer las cuentas de la lechera, esas a las que son tan aficionados muchos de los seguidores del equipo ecológico de la ciudad, que se pasan el año haciéndolas una y otra vez sin la mínima base de sentido común y con más gasto energético del recomendable.
Soñar es, con más frecuencia de lo deseable, a lo único que podemos aspirar los aficionados a equipos como el nuestro en ligas como la nuestra. Y podemos porque es gratis, en una liga en la que lo que pasa no lo es sino que cuesta mucho dinero. Somos más que conscientes, porque los sevillistas soñadores seremos lo que sea menos gilipollas, de que las posibilidades de ganar la liga son ínfimas, prácticamente inexistentes entre equipos acostumbrados a ganar casi todos los partidos. Pero, cómo negarnos a soñar cuando, precisamente porque ganar es tan costoso, nada más acabe la temporada van a venir los tiburones a tratar de despojarnos de las estrellas de nuestro equipo, y que, una vez más, mucho más probable que ganar la liga sea que tengamos que empezar casi desde cero.
Somos conscientes que futbolistas como Koundé y otros más, pelearán en su vida por muchas ligas y copas. Como lo han hecho Sergio Ramos, Julio Baptista, Dani Alves, Lenglet, los mismos Rakitic o Jesús Navas… Gente que se fue por mucho dinero y que ha ganado infinidad de títulos año tras año. Perfecto, y gracias, Monchi, por el buen uso y rentabilidad que le has dado a los ingresos que reportaron. ¿Y qué pasa con nosotros, que para una vez que las matemáticas aún no nos han desahuciado no nos vamos a permitir creer en los milagros? ¡Nos negamos!
Así que hemos decidido vivir la ilusión de la quimera. Permanecer fieles a la posibilidad mientras ella no nos abandone. Por supuesto que pensamos vivirla puertas sevillistas adentro, sin el cacareo ese tan propio de quienes ya sabemos. Y porque nos permitimos soñar y sabemos que los sueños, sueños son, quedar cuartos en esta liga no nos restará un ápice de ilusión ni nos va a hacer criticar una temporada liguera magnífica que merece ser reconocida en la persona de sus protagonistas, el cuerpo técnico y los futbolistas, un equipazo que lleva compitiendo prácticamente dos años sin descanso y que todavía nos hace soñar con un reto para el que no estábamos llamados.
Soñar es vivir con alegría el camino que resta. Un camino en el que hay que sumar y cuya próxima fecha para el Sevilla Fútbol Club es el miércoles 21 de abril, su hora las 19 y el rival a batir, el Levante de nuestros queridos Campaña y Coke Andújar. Sigamos adelante, siempre de frente.