Que conste en el acta arbitral que yo a este artículo de hoy lo iba a titular “Maneras de vivir”. A secas. E iba a contar tres maneras de vivir. Pero como he estado liado todo el día y, contraviniendo a mis propias costumbres declaradas, no he podido sentarme a escribir hasta estas horas de la noche, el partido del Sevilla Fútbol Club ya ha terminado. Y con el consabido resultado de tres a cero. Pues lo aprovechamos.
PRIMERA MANERA DE VIVIR
Ya he contado por aquí en más de una ocasión que, en materia futbolística, mi madre es el Athletic (en andaluz, “el Bilbao”) y mi novia el Sevilla Fútbol Club. Y que no pienso renunciar a ninguna de ellas, se pongan como se pongan cuñados de una y otra parte del universo.
Esta semana, uno de los nuestros, Raúl García, mi querido (por muchas razones que no vienen al caso) 22, se ha despachado con unas declaraciones que me hacen pensar que todavía hay gente en el mundo que respira honestidad.
«Encantado de que me suban los impuestos si van a lo que creo que deben ir. Porque creo que no se está haciendo todo lo que se debería». Y, no contento con eso, añade: «Hay que entender el momento en que estamos. Si queremos un estado de bienestar en el que todo el mundo pueda tener una vida digna…»
Luego vemos los telediarios con otros jugadores en el banquillo, pero no el de los suplentes, sino el de los acusados, con la marca del blanqueo de capitales en el salpicadero de sus coches de lujo, con sus mordidas, sus tatuajes en negro, sus sonrisas patrocinadas y sus waka-wakas…
Como manera de vivir, yo me pongo la camiseta de Raúl García.
SEGUNDA MANERA DE VIVIR
De entre toda la (des)información que me llega a diario vía Twitter, recibo un mensaje que contiene un comunicado. Lo envía alguien que se hace llamar “Biris Norte”. Y lo encabeza un hashtag: #Animarnoesdelito.
Denuncian que les prohíben un tifo. Conociendo a esta pandilla de analfabetos e indocumentados, seguro que era muy violento. Conociendo a esta pandilla de sospechosos habituales, seguro que ponían algo alusivo a asesinar a aficionados del equipo rival. Conociendo a esta pandilla de suscriptores del Código Penal, seguro que era un mayúsculo delito.
Y uno se va a la hemeroteca, que es esa cosa que tanto avergüenza a políticos y a gentes de peor ralea, revisa los tifos de esta pandilla de delincuentes que son los llamados “Biris Norte” y lo único que encuentra son motivos para darles un despacho propio en la Consejería de Turismo, Cultura, Deporte y Aserejé. No hay nadie más respetuoso con unos sentimientos, con unas maneras de vivir. No hay nadie más honesto, más entregado, más candidato a ser premiado como hijo predilecto de una ciudad que le prestó su nombre etcétera…
Y les prohíben un tifo.
Como manera de vivir, yo me pongo la bufanda de los Biris Norte.
TERCERA MANERA DE VIVIR
Mucho has tardado, pishita mía. Mucho. El puñetazo en la mesa se da en el momento. En cada momento. Y te han faltado puñetazos. Nos sobran los motivos. Los árbitros, los vars, los despachos, los florentinos y los laportas, las palancas, los rubiales y los tebas, los mafias y los farsas…
Te lo lleva diciendo la gente, tu gente, nuestra gente demasiado tiempo. ¿Nos representas?
El desplante de esta semana ha estado bien. Tarde, pero bien. No tenemos ninguna necesidad de estar donde el fútbol es un zoco, un akelarre o un burdel.
Como manera de vivir, presidente, ponte más nuestra camiseta.
