Qué sensación más rara tuvimos en casa con Jul y Gan tras el segundo empate de la semana del Sevilla Fútbol Club. Dos empates y cuatro penaltis en contra, de los que afortunadamente los adversarios solo materializaron uno. El alivio percibido tras el pitido final en ambos encuentros se trocó de modo instantáneo en malestar, porque el equipo no funciona bien, el centro del campo no se sostuvo durante buena parte de los encuentros, no se fabrican ocasiones de gol y la percepción de que el equipo del Sevilla FC ha envejecido revoloteó sobre nuestras mentes.
Muchas cosas creemos haber aprendido en esta semana. Jul y Gan me pidieron que tomase nota de ellas para el artículo y así lo he hecho. No sé qué les parecerán a ustedes, pero aquí van.
En primer lugar, nos hemos dado cuenta de que no se puede juzgar a los equipos por su nombre ni por la liga de donde proceden y, por tanto, que nuestro grupo de Champions no es un grupo fácil. Que podría haber sido peor para el Sevilla Fútbol Club, de acuerdo. Pero los clubes con los que estamos encuadrados nos lo van a poner muy difícil, también.
El primero ha sido el Salzburgo, cuya juventud, descaro y poderío nos desarboló el pasado martes. Más adelante, también habrá que enfrentarse a un Lille que carece de un prestigio que atemorice pero que le ganó la liga a todo un Paris Saint Germain plagado de estrellas, por mucho que no ande bien este inicio de temporada. Y el tercero de la lista es el Wolfsburgo, también con poca tradición europea. Sin embargo, lidera la Bundesliga por delante de un Bayern de Munich al que vimos comerse con papas al Barça el pasado miércoles.
Puede que no, que no tengan un nombre de esos que alivian cualquier estreñimiento mejor que el aloe vera o los supositorios de glicerina. Sin embargo, tampoco el nuestro es tan laxante para los otros, y menos en Champions, seamos realistas (no del Madriz sino sensatos).
En segundo lugar, también hemos reparado en la diferencia entre ser titular y revulsivo. En casa, y en muchas otras casas, hemos pedido a gritos la titularidad en el Sevilla Fútbol Club de Lamela o Delaney por los méritos contraídos en segundas partes en las que lo hicieron muy bien, y hoy Lopetegui nos ha concedido la gracia. Ambos han hecho un partido gris y han tenido que ser sustituidos.
Y es que no es lo mismo enfrentarte a un adversario con sus energías intactas al inicio que hacerlo cuando ya las piernas comienzan a pesar por el paso de los minutos. Ello no quiere decir que no vayan a jugar un papel importante durante la temporada en el Sevilla Fútbol Club. Incluso de titulares. Pero a veces las cosas no son tan fáciles como extrapolar unos buenos minutos como suplentes a garantizar que esto se repita desde el inicio.
En tercer lugar, hay jugadores en el Sevilla FC que adoramos y que nos preocupan. Jesús Navas no está bien, pero lo de Ivan Rakitic es alarmante, porque no solo no está bien sino que da la sensación de que no va a volver a estarlo. Acuña, por ejemplo, ha estado impreciso, muy fallón en el pase, ha regalado balones peligrosos, pero sin duda parecen consecuencia de un mal día sin más. Pero Rakitic estaba desaparecido, el centro del campo del Sevilla Fútbol Club frente a la Real Sociedad fue un coladero en la primera parte y solo se hizo notar para hacer una entrada que le costó la tarjeta amarilla.
Y en cuarto lugar, sabemos que tenemos un gran entrenador en el Sevilla FC. Terco y conservador en sus principios, pero que vive los partidos y trata de dar soluciones a los problemas que aparecen, la mayor parte de las veces con mucho acierto. Pero que también se empecina en sistemas de juego para los que no siempre posee los jugadores idóneos. Ello le obliga a situar en determinados lugares a futbolistas que no pueden rendir por esas zonas porque el físico no los acompaña.
Qué diferente fue ver perdido en la banda del Sevilla FC a Papu Gómez y cómo cambió al ocupar espacios más centrales en el terreno de juego. Allí donde su habilidad y visión compensan su falta de estatura y envergadura, algo que lo limita para jugar por fuera. Durante la pretemporada del Sevilla Fútbol Club, llegamos a pensar que Lopetegui iba a abandonar su clásico cuatro-tres-tres. No obstante, ha habido muy pocas probaturas, escasos partidos como para alguien al que le cuesta cambiar lo haga.
La temporada es larga y la competencia de nuestro entrenador está fuera de toda duda. Poco a poco y con paciencia se irán encontrando soluciones a los problemas que tiene a día de hoy el Sevilla Fútbol Club. Ojalá que también a esa desmedida afición a los penaltis. Hay trabajo por delante y hay tiempo también. Al menos, la suerte no ha jugado por ahora en nuestra contra. Sin embargo, todos sabemos de sus veleidades y de cómo puede volverse en contra en cuanto menos lo esperemos. Confiemos.