Amar es confiar

Sección:

Se ha convertido una parte de la afición del Sevilla Fútbol Club en ese padre que amenaza a sus hijos con castigos pensando que así conseguirá en ellos una mejoría en su rendimiento. Es una especie de psicología inversa que vilipendia e insulta las capacidades de sus jugadores, creyendo que ésa es la mejor forma de espolear la voluntad del herido cuando en realidad lo que se consigue es abundar en la desconfianza interna del interesado, hundir su autoestima. Ejemplo paradigmático es el de En-Nesyri, un futbolista que hoy deambula por el campo sabiendo que va a ser objeto de la crítica del público en el momento en que toque la pelota.

El sevillismo es despiadado; lo lleva poniendo de manifiesto desde hace décadas. Primero te machaca, te humilla y después te da Dorsales de Leyenda, si no que se lo pregunten a Enrique Montero o a Francisco López Alfaro. Llega un momento en que esa parte de la afición del Sevilla Fútbol Club pierde el juicio, silba a quienes defienden su escudo en el césped, cuestiona los resultados aunque sean triunfos, magnifica pequeños problemas, reclama cosas imposibles y, en fin, se vuelve inconformista e intransigente.

Se puede pensar que todo ese panorama cambia en cuanto que la pelota empieza a entrar en el marco contrario y los marcadores de los partidos son favorables para los intereses sevillistas. Pero hasta eso ha cambiado en el Ramón Sánchez-Pizjuán en el último año. La temporada pasada, con el Sevilla Fútbol Club aupado a la segunda plaza de la clasificación teniendo a tiro el liderato, tampoco había satisfacción en el sector del sevillismo que cuestionaba el estilo de juego del entrenador y se declaraba aburrido. Con ser grave alcanzar tamañas cotas de intransigencia, lo peor es la dificultad de frenar semejante dinámica perversa que lleva a aumentar cada vez el nivel de inconformismo.

Así es como hemos llegado hasta este verano. De aquellos polvos, estos lodos. Se empezó por criticar el estilo de juego incluso cuando ganábamos y ahora ya nos quejamos hasta de que no conocemos el contenido de un informe interno del club respecto a la construcción del próximo estadio. Inconformismo irracional de libro que pretende ser justificado con la comparación con la teoría del ‘manquepierdismo’ de otro equipo de la ciudad, despreciando el hecho de que entre la complacencia y la intransigencia hay un enorme trecho que permite posicionamientos mucho más convenientes para el equipo.

La perniciosa tendencia a la crítica que está enraizando en una parte de la afición del Sevilla Fútbol Club está alcanzado tales niveles que ni siquiera personas como don Ramón Rodríguez Verdejo, a quien solemos llamar Monchi, cuya gestión ha permitido construir las dos décadas más triunfantes de nuestra historia, gozan de su confianza. Cuando aún falta más de medio mes para el cierre del mercado de fichajes, la gestión del director deportivo es cuestionada por los inconformistas incapaces de entender que el tiempo deportivo es distinto que el tiempo de los fichajes y que las jornadas de agosto no pueden distorsionar los planes de toda la temporada, por muy importante que sean los puntos en juego. Esa disconformidad con todo les lleva a cuestionar una operación impecable como el fichaje de Isco. Impecable porque las dudas sobre el rendimiento futuro del malagueño han sido ligadas a sus emolumentos para disipar un posible acomodamiento de un futbolista que además pretende ir al Mundial.

Cuatro días faltan para el inicio de la temporada 22/23 y semanas quedan para que cierre el mercado de fichajes. No confiar en el artífice de los éxitos es lícito, allá cada cual con sus opiniones; pero no confiar en el Sevilla Fútbol Club es no amarlo, porque amar es confiar. Y sobre todo apoyar y ayudar.

El colmo del inconformismo, y muestra además de irracionalidad, es considerar que animar al Sevilla Fútbol Club es defender a su presidente o a su consejo de administración. Pepe Castro y todos los que se sientan a su mesa, incluido el propio Monchi, llevan en su sueldo el complemento de la crítica así que leña contra ellos sin piedad si se considera necesario. Pero amen y confíen en los que en cada partido saltan al césped para defender el escudo que llevan en el pecho y que nos une a todos los sevillistas; ellos son lo verdaderamente importante.

 

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

¿Te gusta La Colina de Nervión? Apóyanos

A partir de solo 1€ puedes apoyar al único periódico que te informa solo y exclusivamente sobre el Sevilla FC. Tu apoyo contribuye a proteger nuestra independencia y nos permitirá poder seguir ofreciendo un periodismo de calidad y abierto para todos los lectores. Cada aportación, sea grande o pequeña, es muy valiosa para nuestro futuro e irá destinada directamente a los componentes de la redacción de La Colina de Nervión.

¡Lo último!

Aparece un nuevo candidato al banquillo

La próxima jornada de Liga enfrentará al Sevilla y al RCD Mallorca de Javier Aguirre en un duelo de...

Antes de irte... mira esto: