C=M+D–R ….¿Y esto qué tiene que ver con el Sevilla FC? Es una fórmula clásica de A. Posner en análisis económico del derecho que define de forma elegante y parsimoniosa el fenómeno de la corrupción. M es monopolio, D es discrecionalidad y R es responsabilidad. Y aquí, el Sevilla FC, ha sido el primero.
No es que el Sevilla FC, tras el partido de Vallekas (con K de Bukaneros, esos hermanos de sangre de los Biris) ocupe el primer puesto de la clasificación liguera… qué más quisiéramos. No me refiero ese tipo de primaturas, sino a algo tan importante o más: El Sevilla FC ha sido el primer club español en emitir un comunicado oficial denunciando el ‘caso Negreira’ y exigiendo responsabilidades. En la liga contra la corrupción ya nos hemos situado en ‘puesto Champions’.
Mientras el resto callaba, nosotros hemos hablado alto y claro. Cualquier aficionado al fútbol sabe que Madrid y Barza han ganado miles de puntos en los despachos y en las cloacas. El Madrid, en los despachos. El 90% de los 30 presidentes del Comité de árbitros que han existido a lo largo de la historia del fútbol español tenían vínculos directos o estaban a sueldo del club blanco. Por el contrario, el Barza, eterno segundón desde que el general Moscardo decidió que Di Stéfano se compraría un piso en Chanmartín, tuvo que recurrir a las cloacas, que hasta en la corrupción hay jerarquía de clases. Y en esto que llegó el ‘caso Negreira’ y los hemos pillado con el carrito del helao…
Si algún club ha sido históricamente perjudicado por la corrupción subyacente del fútbol español, este ha sido el Sevilla FC. He dicho en muchas ocasiones que el club andaluz tiene más probabilidades de ganar la Champions que de ganar la liga española. Las seis UEFAs del Sevilla hubieran sido imposible con árbitros españoles. Competir contra estos dos monstruos deportivos con las cartas marcadas es una utopía delirante. Siempre que la suma de M (monopolio u oligopolio) y D (discrecionalidad) sea mucho mayor que R (responsabilidad), la corrupción cercera y un club como el Sevilla FC no tendrá nada que hacer en la liga española.
C=M+D–R ¿Cómo se concreta esta ecuación en el futbol español? M, efecto monopolio. Un ejemplo entre otros: la brutal asimetría en el reparto de los derechos televisivos. D, discrecionalidad en el uso de las reglas. Otro ejemplo: control de los árbitros. Y R, responsabilidad, o la falta de la misma. El pertinente ejemplo lo encontramos en la impunidad; nunca son sancionados (Bernabéu y Camp Nou nunca han sido efectivamente cerrados por sanción federativa).
Si la suma de M y D sigue ganando por goleada a R, la corrupción crecerá. SI R aumenta su peso específico en la ecuación, que es lo que pide el comunicado del Sevilla FC, la corrupción aminorará. Ser o no ser (corruptos), esta es la cuestión. Para nuestro consuelo, siempre nos quedará Europa. Otro día habláremos de por qué los del palmerín y otras criaturitas están tan calladitos.
