El equipo de Quique Sánchez Flores corrobora su tendencia positiva con un nuevo empate a domicilio en LaLiga. Buenas noticias para un Sevilla FC que sigue escalando puestos en la clasificación y va alejando poco a poco la amenaza del descenso. Tras firmar tablas en Valencia, el conjunto hispalense se sitúa a siete puntos de la zona de peligro y conjura los peores temores de la afición. Es su segundo partido con la portería a cero. Dice esto mucho del trabajo que con el que preparador madrileño está dotando a los andaluces. Presentan ahora un espíritu competitivo que está reconvirtiendo al equipo rojiblanco, mucho más reconocible en este tramo. Con un Nyland con el cerrojo echado y una defensa que comienza a aportar garantías, todos parecen unirse a la nueva tendencia sevillista.
Un once reconocible
Con la irrupción del joven lebrijano Isaac Romero en la delantera, el equipo de Quique Sánchez Flores comienza a presentar un once tipo. Que los aficionados puedan cantar de corrido una alineación completa del Sevilla FC supone excelentes noticias para los hispalenses. Esa estabilidad redunda en potencial competitivo, como se pudo comprobar en el partido de Valencia. Nyland se ha hecho fundamental en la meta, en detrimento de un Dmitrovic perdido en combate. En la defensa, con Sergio Ramos y Loïc Badé asentados, las variantes se juegan entre las disponibilidades de enfermería. Y en la delantera la dupla de oro asienta sus reales en un promedio goleador notable. Isaac Romero y En-Nesyri son indiscutibles.
Con esas armas es más que probable que la permanencia se consiga sin aprietos, salvo que los planes se tuerzan inesperadamente. Y con esas bazas jugaron los andaluces en la ciudad del Turia para arrancar algún punto a sumar en su exiguo casillero. El empate final y sobre todo el botín de la portería acero suponen un reflejo claro de que el equipo comienza a rodar con cierta inercia positiva.
Primera parte igualada
Partían los locales con intención clara de dominar a los andaluces, y frenar esas contras con la que los hispalenses podían hacer daño. La posesión del balón che para aprovechar la fragilidad defensiva. Pero los rojiblancos ya no adolecen de las carencias que presentaban no hace tanto tiempo. Con una defensa seria y expeditiva liderada por Ramos, el dominio resultaba infructuoso para los de Baraja. Y la libertad de movimientos que concede la dupla en ataque no permitía a los locales soltarse totalmente, ocupada la zaga en las marcas y coberturas sobre los peligrosos delanteros sevillistas.
La falta de puntería del Valencia en los primeros minutos derivó en buenas noticias para el Sevilla FC. Los locales debían arriesgar más si querían llevarse el partido. Y en ese riesgo los rojiblancos comenzaron a crear algo de peligro, a espaldas de la defensa. Con cierto dominio del balón, largas posesiones rojiblancas abortaban el ímpetu valencianistas. No se terminaba de conectar con la línea ofensiva, pero tampoco se sufría en la zaga. Con dos dudosos penaltis en ambas áreas (una leve carga de Isaac Romero y una mano de Mosquera) que el colegiado acertó al no pitar, se llegaba al pitido final. El descanso llegó para que los técnicos reordenasen líneas y refrescasen conceptos.
Fortaleza defensiva ante un Valencia volcado
En la segunda parte los hispalenses se apretaron los machos. Nuevamente, los valencianistas saltaban al verde buscando con intensidad un gol que rompiese el partido. Este paso obligaba a los de Baraja a asumir mayores riesgos. Pero ni Isaac Romero Ni En- Nesyri generaban noticias en el ataque del Sevilla FC. Comenzaron los ches a inquietar la portería de un Nyland soberbio. Sigue enchufado el meta báltico. Ramos y Badé, con la excelente aportación de Kike Salas lograron cerrar la vía.
Y drenando las aproximaciones de los del Turia la delantera hispalense, revitalizada por el debut de Alejo Véliz, comenzó a cuentagotas a inquietar el área contraria. Intentando minimizar daños, los valencianistas dejaron el ataque en un segundo plano, y el partido derivó en una senda que dormía el encuentro. Justo lo que buscaba Quique Sánchez Flores. Con más miedo que peligro los equipos firmaban unas tablas positivas para ambos. El Valencia mantiene su racha sin perder en casa desde septiembre del 2023. Y los sevillanos sumaban un nuevo punto en su casillero, en lo que es su cuarta jornada puntuando, con la segunda portería a cero consecutiva. Todos contentos.
8 puntos de 12 buenas noticias para el Sevilla FC
La racha que está alcanzando el equipo hispalense ha logrado calmar las aguas en la capital andaluza. Desde que Quique Sánchez Flores ha conseguido dar con la tecla y ajustar su modelo competitivo a la plantilla rojiblanca, las cosas se ven de otro color junto al Guadalquivir. El mérito del preparador madrileño es innegable. El empate en Valencia suma un paso más en la buena dirección. La irrupción de Isaac Romero y la recuperación de En-Nesyri y Nyland han terminado por poner cimientos al nuevo concepto de equipo. Excelentes noticias para un Sevilla FC que puede ir sumando unos puntos que le permitan no pasar apuros en mayo. Víctor Orta puede empezar a planificar la nueva temporada con buenos cimientos, si no los dinamitan las acuciantes necesidades económicas del club.
A pesar de que la mejoría del conjunto hispalense es un hecho, todavía falta por apuntalar las líneas. La delantera genera peligro, pero el centro de campo no produce suficiente juego como para dominar la posesión. Carencias que destacan negativamente a pesar de que Quique Sánchez Flores está intentando hilvanarlas con solvencia. Pero por cuyas costuras se pierden algunos puntos. La competitividad de la Liga no deja espacio para más. El partido de Mestalla es un buen ejemplo. Son estas noticias agridulces para el Sevilla FC que cuenta con un punto más en su casillero, pero que mira de reojo la próxima visita al estadio Santiago Bernabéu. Nuevas victorias harán bueno el empate de Valencia. Volver a la senda de las derrotas avivaría los rescoldos de la crisis en Nervión. A San Isaac Romero se encomiendan muchos.
