Día importante el del pasado 4 de enero en Linares (Jaén), pero no sólo porque el Sevilla FC pasara de ronda o porque en su casillero hubiera un 5 o no recibiera un gol en contra, sino por lo que vamos a explicar ahora.
El partido de Copa era de esos llamados trampa, porque es esperable que un equipo de una categoría bastante superior gane sin problemas a otro de varias categorías más abajo; sin embargo, cada año esto no asegura nada, y si no que se lo digan esta misma temporada a equipos como Valladolid, Rayo o Getafe, o casi al propio Barça.
En estos casos, pasar de ronda es lo normal, pero no hacerlo merma la confianza del equipo en su conjunto, algo que tiene mayor o menor relevancia en función de en qué momento se encuentre dicho equipo sorprendido por el de menor categoría.
Para el Sevilla FC, la realidad es altamente inestable, con tensiones en la directiva, con jugadores que no saben qué será de ellos, con otros lesionados, con algunos que ni están ni se les espera y, de manera gráfica, ocupando peligrosamente puestos de descenso.
A este Sevilla, un resultado adverso en Copa le hubiera costado un precio muy alto en su devenir liguero, ya que de seguridad van más bien justitos y salir eliminados de ese estadio les hubiera supuesto entrar en reserva, y con este nivel en el depósito no se sale de esta situación tan escabrosa.
Tampoco es conveniente irse al otro polo, y salir con el pecho henchido como si del partido contra el Linares se hubiesen obtenido 3 puntos, porque ello -entendido como exceso de confianza- podría jugar una mala pasada a todos, sobre todo a los jugadores que salten el domingo a disputar, ahí sí, los puntos en juego contra el Getafe.
Si acudimos a la lupa, podemos extraer nombres interesantes que deberían salir reforzados en esta semana, como pueden ser: Joan Jordán, en cuanto a su regreso a reducir las pérdidas y sumar pases interesantes, más en vertical y menos de seguridad;
Marcos Acuña y Gonzalo Montiel, que regresaron vestidos de “Campeones del Mundo” y no parecen dispuestos a quitarse esa ropa que tan bien les sienta; y especialmente contento y reafirmado tuvo que salir Youssef En-Nesyri, no sólo por el hat-trick, sino porque su presión en la defensa, por el tiempo que estuvo a tope y porque se fue del partido sin lesión, aparentemente.
En este sentido, quiero destacar especialmente a un jugador que no necesitaba un partido como el de ayer, pero demuestra una y otra vez el compromiso y la implicación de su participación en el equipo.
Me refiero a Nemanja Gudelj, que no para de mostrar como se adapta a cualquier posición que le toque jugar, siempre con un nivel elevado de atención bien focalizada y sabiendo leer el tempo del partido en cada momento.
Es increíble su capacidad competitiva, sabiendo lo que toca mejor para el equipo en cada fase del encuentro, en situación comparativa a lo que hacía el gran Fernando Reges en temporadas atrás, previas a su lesión.
Nadie sabe qué pasará este domingo, pero lo que pasó este miércoles pasado debe hacernos pensar que el crecimiento y, por tanto, la mejoría, son del todo posible. Eso sí, si además Monchi proporciona nuevos ingredientes a la receta del técnico, va a salir un plato exquisito.
TU VIDA
No siempre los logros del presente deben valorarse en función de su significado actual. También debe tenerse en cuenta qué significan para fases venideras, en cuanto a lo que pueden aportar a tus “yoes futuros” de cara a confianza, seguridad y ánimo, con la idea de sumar a proyectos próximos que necesitan de estabilidad para incrementar sus probabilidades de logro.