El Sevilla FC sacó un mínimo botín de su visita al Elche CF tras una jugada que marcaría el devenir del choque. Condicionados desde la expulsión a los diecisiete minutos de juego, Pape Gueye sería el protagonista de desbaratar los planes de José Luis Mendilibar. A pesar del dominio en acciones aéreas de los locales, la zaga junto a Marko Dmitrovic aseguraron un punto que no contentó a ninguno de los dos equipos. Lejos de quedar ahí las malas noticias para el Sevilla FC, la baja del centrocampista francés condicionará las rotaciones previstas de cara a la próxima jornada de LaLiga. Más, con la mente en Budapest, todo a una carta para que el Sevilla Fútbol Club juegue en Europa la próxima campaña.
Un plan improvisado en el Sevilla FC
Un inicio inmejorable, eso debió pensar José Luis Mendilibar cuando en los primeros quince minutos de encuentro su equipo ya mandaba con autoridad en el luminoso. Con una presión intensa y asfixiante marca de la casa, todo parecía ir en orden para una cómoda victoria. Sin embargo, los planes no siempre salen según lo previsto y una inexplicable entrada del pivote sevillista condicionaría el resto del encuentro e incluso quién sabe si el final de campaña. La reorganización de un Sevilla FC con diez no le aseguraría la fiabilidad defensiva tan marcada con la llegada del vasco al banco. Además, limitaría las opciones ofensivas del cuadro rojiblanco a contraataques aislados e individualidades.
El buen nivel defensivo y las intervenciones de Marko Dmitrovic serían los grandes artífices para que el Sevilla FC pudiera sacar algunas noticias positivas del Martínez Valero. A pesar de ser una dupla prácticamente inédita, la zaga formada por Loïc Badé y Rekik demostraría que la combinación de ambos da seguridad. El galo realizaría su segundo encuentro con más despejes -diez en total-. Por otro lado, Alex Telles volvió a presentarse como serio candidato a sustituir al incombustible Marcos Acuña en la final de la UEFA Europa League, una tarea ardua sin duda. Aunque si bien es cierto que el brasileño va mejorando defensivamente, debe soltarse y atreverse más en acciones ofensivas, no solo en jugadas puntuales.
Un plantel con una seña de identidad
Quedarse con diez nada más comenzar el encuentro no quitaría el carácter competitivo a este nuevo Sevilla Fútbol Club. La identidad que le ha dado José Luis Mendilibar a su equipo es digna de admiración y a pesar de recibir dos mazazos casi consecutivos -la expulsión y el gol-, su equipo no bajaría los brazos. En un partido abierto que podría haber caído para cualquiera de los dos lados se debe destacar la actuación de jugadores como Lucas Ocampos y Erik Lamela. Si bien es cierto que el segundo estuvo más acertado que el primero, ambos derrocharon hasta la última gota de sudor en cada acción defensiva, con un importante despliegue físico.
Lejos de quedar ahí las buenas noticias a pesar del resultado entre el Elche CF y el Sevilla FC, Youssef En-Nesyri sigue apareciendo. Aunque esta vez no fue para anotar, si no para asistir. A pesar de que los sevillistas han tenido que esperar treinta y cinco jornadas para ver al marroquí dar un pase de gol, lo cierto es que la especialidad del goleador es precisamente eso, golear. Algo que no hizo, aunque sí rondó con varios cabezazos desviados. A pesar de no tener su día, el ariete sigue apareciendo y el Sevilla Fútbol Club debe confiar en sus capacidades. Más aún, viendo el pobre nivel de su sustituto en la punta.
Otra vez Pape
Con tres expulsiones en catorce partidos, Pape Gueye volvió a ser el foco de las noticias del Sevilla FC. El centrocampista francés marcaría no sólo el devenir del encuentro con una indiscutible y dura expulsión a los diecisiete minutos, sino también el futuro próximo del cuadro nervionense. Con dos partidos en apenas cuatro partidos, las rotaciones serán las principales protagonistas de la visita del Real Madrid al Ramón Sánchez-Pizjuán este próximo sábado. Sin embargo, con la lesión de Joan Jordán y ahora, la sanción de Gueye, José Luis Mendilibar cuenta con una escasa lista de efectivos en la medular. El vasco deberá hacer malabares para cuadrar un once de garantías y a su vez dar descanso a los titulares de Budapest.