Este fin de semana no jugó el Sevilla FC, hubo parón y también pregón. El actual estilo literario del discurso cofrade de referencia es un invento de ese gran sevillista que fue Antonio Rodríguez Buzón. A él hay que agradecer sus virtudes líricas exaltadas y los delirios retóricos que desde entonces se estilan en la confección y en la proclamación de los pregones cofrades. Desde el «Como tú ninguna…» del Teatro San Fernando en 1956, nadie anunció el asombro incrédulo con el que Sevilla se acoge a sí misma en su mayor gloria y esperanza.
¿No ha habido pregoneros al final de la Palmera? Claro que sí. Y muy buenos, como Joaquín Murube, ese que en un alarde de sinceridad bética reconoció que nunca pisaba el Villamarín. ¿Hay algo más bético que no saber nada del Betis? Los motivos de la raza sevillana del pregón son su inconfesada aptitud, con «p» sí, ante el mundo y Sevilla. O lo que es igual, Sevilla como mundo (imago mundi). Aquí, el sentido del término «mundo» nos debe remitir al uso que le otorgan la hermenéutica de Martin Heidegger y H.G. Gadamer: espacio de conformación contextual del sentido. Sevilla es el mundo donde todo cobra sentido. Sevilla es tan imago mundi futbolística que ha creado su propia auto negación (Betis).
La aptitud del pregonero, o la pregonera que alguna ha habido, se encuentra siempre en ese momento contenido entre el brote psicótico y la levitación lírica. Los malos pregones devienen en brote y los buenos en levitación, pero todos, psicóticos o líricos, se formulan la misma pregunta: ¿Lo que vimos es real? El pregón cofrade no tiene como función anunciar lo que vendrá, sino confirmar, ante nuestra propia incredulidad, lo que ya ha ocurrido. El pregonero no es un adivino de lo imposible sino un notario de lo increíble.
Pensando en la asombrosa racha de títulos conseguidos en este siglo por el Sevilla FC y el agónico partido del Cádiz del próximo sábado de pasión, me viene a la cabeza la aptitud del pregonero: ¿ha sido todo esto verdad? Sí, ha sido real. ¡Sevillista, persistamos en la lírica aunque para ello haya que subir al Gólgota! Por cierto, a ver si Marcos está disponible por lo menos de Sereno. Y no olvidemos nunca que la gloria puede estar en Manchester.