Cuentas pendientes

Sección:

Concluida la primera vuelta del campeonato liguero, el Sevilla Fútbol Club afronta la segunda mitad con perspectivas esperanzadoras toda vez que, por una parte, ha abandonado la zona peligrosa aunque aún la tenga cercana pues son sólo dos puntos de ventaja con respecto al antepenúltimo clasificado, y, por otra, y quizá más importante, porque la imagen que ofrece ya no se corresponde con aquel muerto que cosechaba derrota tras derrota. Lo que acontezca en el mes de febrero, con cuatro encuentros ligueros ante Barcelona, Mallorca, Rayo y Osasuna, más la eliminatoria de dieciséisavos de la Liga Europa, va a determinar la intensidad de la recuperación y va a fijar los objetivos de final de temporada.

Lo que sí parece claro es que la pesadilla del descenso se ha terminado ya que el desempeño del equipo sobre el terreno de juego no invita ya a pensar que semejante fracaso sea posible, como sí ocurría hace tan solo unos partidos, en los que, sobre todo por errores propios, quedaban dudas sobre una verdadera recuperación.

Para que dicha consolidación cuaje es muy conveniente que se vayan cerrando las heridas provocadas por esos pretéritos tiempos turbulentos. El último ajuste de cuentas ha sido el del sevillismo con el Papu Gómez, recibido con silbidos durante el partido contra el Elche en el que reapareció después de su ‘espantá’ previa al Mundial. La desaprobación es tan justificada como conveniente, ahora bien, como toda riña, tiene su magnitud y con la muestra del pasado domingo parece ya más que suficiente. A partir de las doce de la noche de este martes en que se cierra el mercado de fichajes, Papu Gómez es jugador del Sevilla Fútbol Club a todos los efectos y, por tanto, debe gozar de todo el apoyo de la afición, como cualquier otro que defienda nuestro escudo.

De un reproche similar se salvó otro argentino, Marcos Acuña, cuyo rendimiento previo al Mundial fue también puesto en entredicho al coincidir una lesión con la absurda confesión del Papu respecto al grado de implicación de los mundialistas argentinos con sus clubes. La ausencia de reacción del Sevilla Fútbol Club fue malinterpretada por el lateral argentino, quien ajustó cuentas en cuanto pudo utilizando los medios de comunicación oficiales del club para quejarse de que nadie le defendiera cuando era injustamente criticado, pues su lesión era absolutamente real. A tenor del extraordinario desempeño de Acuña después de aquel episodio, parece que la herida está más que cicatrizada.

El agravio que va a tardar más en sanar no procede del terreno de juego sino de los despachos y amenaza con prolongarse en el tiempo, con lo que ello supone de amenaza para la estabilidad de la entidad. A día de hoy, las cuitas entre accionistas están abocadas a quedar resueltas en los juzgados dada la falta de voluntad de los implicados de ceder en sus pretensiones por el bien del club. Por mucho que en sus alocuciones públicas se deshagan en palabrería hueca sobre su interés en defender al Sevilla Fútbol Club, pocos son los sevillistas que no tienen meridianamente claro que su exclusiva preocupación es su dinero.

Esta confrontación tiene influencia, pero sólo eso, en la madre de todas las discrepancias, que es la que mantiene el sevillismo contra el presidente del Sevilla Fútbol Club, Pepe Castro, quien viene recibiendo intensos reproches como máximo culpable del desastroso devenir de los últimos meses. Esperanzado en que el tiempo y la resurrección del equipo se encarguen de recomponer, el actual presidente confía en que el aficionado no tenga muchas más cuentas que ajustar con él, para lo cual espera contar también con otra arista conflictiva de las muchas que rodean a la entidad: la planificación de la plantilla que precisamente hoy se cierra.

Sería ésta la última cuenta que ajustar y quizá la más importante para un sevillismo ansioso de ver caras nuevas que refuercen a un Sevilla Fútbol Club que ha demostrado tener muchas carencias. El cierre del plazo, a falta de que hoy pueda surgir una sorpresa, nos deja las incorporaciones durante el mes de enero de Badé, Ocampos, Gueye y Bryan Gil, lo que, unido a la recuperación de lesionados como Papu Gómez, permite que Sampaoli pueda prescindir de jóvenes canteranos inexpertos y disponga de alternativas consolidadas en el banquillo cuando llegan los momentos de las rotaciones y de las sustituciones.

Podría decirse que, a 31 de enero, Monchi ha sido capaz de resolver los errores cometidos en el mercadeo veraniego, pero para hacer tal aseveración habría que olvidarse del cuándo; y en la situación del Sevilla Fútbol Club distanciar tanto los tiempos del despacho de los tiempos del terreno de juego ha sido una temeridad. Durante el mes de enero se ha corrido el innecesario riesgo de competir con un equipo extraordinariamente mermado por el Mundial y por las lesiones, además de por los errores propios. Por fortuna, la destreza de un buen entrenador y la pericia de unos buenos jugadores han evitado que el equipo siguiera cosechando derrotas y han hecho posible, por contra, salir del pozo aunque teniéndolo aún demasiado cerca. A final de febrero y a tenor de las aportaciones de los recién llegados, será momento para redefinir los objetivos y corroborar si el Sevilla FC está preparado para metas más acorde a su categoría.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

¿Te gusta La Colina de Nervión? Apóyanos

A partir de solo 1€ puedes apoyar al único periódico que te informa solo y exclusivamente sobre el Sevilla FC. Tu apoyo contribuye a proteger nuestra independencia y nos permitirá poder seguir ofreciendo un periodismo de calidad y abierto para todos los lectores. Cada aportación, sea grande o pequeña, es muy valiosa para nuestro futuro e irá destinada directamente a los componentes de la redacción de La Colina de Nervión.

¡Lo último!

Luis Alberto, prioridad y libre

Prácticamente, desde su salida del Sevilla FC de forma definitiva en el mercado de fichajes de 2013, la vuelta...

Antes de irte... mira esto: