El Sevilla FC regresó del parón tras la Copa del Mundo dando buenas noticias. El plantel hispalense certificó su paso a la siguiente ronda de la Copa del Rey ante el Juventud de Torremolinos, venciendo por un marcador de 0-3. A pesar del amplio resultado y una mejoría en la idea de juego, al equipo le urgen caras nuevas y piernas frescas. Los de Jorge Sampaoli cumplieron, sin embargo, la prueba real será dentro de una semana y media, el próximo viernes 30 frente al Real Club Celta de Vigo.
El Sevilla FC pasó la prueba
Con un cómodo resultado de cero a tres, sobre el papel el Sevilla FC dio buenas noticias, o al menos esperanzadoras. Tras un mes de parón, Jorge Sampaoli ha tenido tiempo para idear, enseñar y aplicar su idea en una plantilla debilitada tras un inicio de curso pésimo. Frente al Juventud de Torremolinos se pudo apreciar un ápice de positividad, la pegada del cuadro rojiblanco fue infalible y la diferencia de categoría hizo el resto, regalando un pase a dieciseisavos. Ronda en la que se subirá el listón, teniendo como máximo a un rival de la categoría de plata, Segunda División.
El encuentro en tierras malagueñas dejó varias noticias positivas en la entidad del Sevilla FC. El pase de ronda inyectará un plus de moral a un plantel hispalense que llega bajo mínimos. Porque en lo que se cierran incorporaciones -Loïc Badé-, la plantilla es la que es y la realidad es que los hispalenses solo viajaron con 11 jugadores profesionales. Lesiones, vacaciones por el Mundial y las salidas por la puerta de atrás dejaron una papeleta complicada a Jorge Sampaoli y lo cierto es que la salvó con garantías. De la mano de un ilusionante Carlos Álvarez, los rojiblancos golearon y sellaron un pase obligatorio, transmitiendo cada vez más la idea que pide su técnico. Sin tirar cohetes, ni tampoco ser una actuación estelar, el Sevilla FC de Sampaoli va cogiendo velocidad.
Un diez que promete
En un Sevilla FC inmerso en una de sus peores crisis tanto institucional como deportivamente hablando, son necesarias las buenas noticias o al menos que sean ilusionantes. Con un desparpajo que luce por sí solo, Carlos Álvarez llama a la puerta. El diez del filial realizó una gran actuación en Torremolinos en Copa del Rey, marcando su primer gol oficial con la elástica sevillista. Además, fue una amenaza constante en la parcela atacante de los capitalinos. A cada minuto y oportunidad que le regala Sampaoli, el sanluqueño gana y gana confianza, demostrándole al de Casilda que es más que válido para el puesto. En una plantilla en la que escasea el desborde, el desparpajo y lo diferente, a un joven de la casa de dieciocho años llamado Carlos Álvarez, se le cae el talento de los bolsillos. Un diez que promete.
La falta de brillo y mimbres
A pesar de las noticias positivas tras la cómoda victoria del Sevilla FC en Torremolinos en Copa del Rey, a la plantilla le falta trabajo por delante. Tras un largo parón, la idea de Jorge Sampaoli debería haber quedado ya impresa en los jugadores, sin embargo, por ahora solo se ven leves pinceladas. Frente al Juventud de Torremolinos a la medular hispalense le faltó ritmo, acelerar mediante el balón. Si bien es cierto que las dimensiones del terreno de juego no son las acostumbradas para los futbolistas de máximo nivel, la calidad en el pase debe destacar por encima de jugadores contrarios de hasta tres divisiones inferiores.
Por otro lado, el nueve sigue sin marcar, Rafa Mir perdonó varias oportunidades claras y precisamente esta cita era clave para ganar confianza de cara a portería. A pesar de la falta de brillo, el 0-3 demostró una fiabilidad que hacía mucho que no se veía en el plantel hispalense. Sin embargo, a Sampaoli le hacen falta mimbres. Con apenas once jugadores profesionales poco o nada puede hacer el argentino. El club debe recurrir al mercado si no quiere verse en serios problemas para descender de categoría.