Bien acalorado que llegué a casa con Jul y Gan ayer tras el partido que enfrentó al Levante con el Sevilla Fútbol Club. Uno de los candidatos, hoy por hoy, al descenso nos metió el mismo número de goles que habíamos recibido en todo lo que llevábamos de liga, tres. Un golazo y dos regalos generosos de la defensa, a los que se unió un tercer presente, como si en lugar de Diego Carlos, Dmitrovic y Ocampos jugaran en nuestro equipo Melchor, Gaspar y Baltasar, sus majestades de Oriente.
Menos mal que el VAR rechazó el último de los donativos sevillistas y dejó el penalti en falta fuera del área, porque no se veía un nivel de paranoia tal desde la no tan lejana primera parte del encuentro inaugural de Champions frente al Salzburgo. Adelantándonos a la añorada Semana Santa sevillana, resucitamos por tres veces a un equipo muy inferior y que no daba crédito ante lo que una de las escuadras más seguras del mundo le ofrecía.
Menos mal que los tres puntos quedaron en casa y ahora podemos olvidar todo lo sucedido salvo el gol que abrió la cuenta goleadora sevillista, la extraordinaria volea de Óliver Torres, que a punto estuvo de repetir en la segunda parte el mismo futbolista. Un tanto al que solo le hubiera podido hacer sombra la chilena de Munir, que no entró de milagro.
No ha sido un partido de los que gustan a los entrenadores, a los que les gusta fiar sus sistema en la seguridad defensiva. Tampoco le agradaría a Monchi, por mucho que vaya a ser rey Baltasar en la próxima cabalgata de Reyes Magos en la ciudad hispalense. Y, aunque fuera un partido de lo más entretenido, no creo que los aficionados sevillistas hayan disfrutado de tanta incertidumbre. Aun así, hemos de reconocer que hubo muchos aspectos positivos muy destacables.
En primer lugar, hay que destacar la mejoría en el centro del campo. Óliver Torres parece que ya se está convirtiendo en el futbolista que soñábamos y que nunca terminaba de romper. No solo ha marcado el que va a ser uno de los goles más espectaculares de la liga, sino porque ha jugado un partido espectacular que viene a confirmar su crecimiento desde que debutó tardíamente en la competición por culpa de las lesiones de la pretemporada.
Curiosamente, ha comenzado a destacar cuando el puesto que ocupa es el de volante, cuando ha podido abandonar una banda para la que su físico y su velocidad no daba. Thomas Delaney también se confirma como un magnífico centrocampista que, aunque creíamos que venía para dar descanso a Fernando Reges, parece que su destino es competir con Joan Jordán, por lo que el brasileño sigue sin tener un sustituto de garantías, lo cual pueden muchos aficionados suponer que carece de importancia, visto el nivel que ofrece el futbolista brasileño.
Augustinsson ha dado de nuevo un gran nivel en el lateral izquierdo y cada vez parece más claro que podría ser interesante hacer un Coke–Mariano con el futbolista sueco y Marcos Acuña. Jesús Navas es el otro Peter Pan de la plantilla, junto al mediocentro brasileño y, a pesar de los errores de la defensa, no parece que el cerrojo de atrás pueda ponerse en entredicho.
Si además, el delantero centro en teoría suplente es el máximo goleador de la plantilla y un defenestrado como Munir marca y pide paso, es lógico que Julen Lopetegui haya destacado mucho más las virtudes de lo que vimos durante el encuentro de las dos de la tarde que los errores puntuales que se cometieron, aunque quién sabe cuál hubiera sido el discurso, y probablemente el resultado, si en lugar de frente al Levante hubiéramos jugado contra otro equipo más potente.
Al club valenciano le hicimos unos regalos de Reyes Magos adelantados a octubre que no supo administrar. Ojalá que el equipo del gran Coke Andújar reaccione y no reciba carbón al final de temporada
Y, por último, debemos destacar que el Sevilla Fútbol Club no se vino abajo en ningún momento y el espíritu colectivo sostuvo el partido con mucha solvencia y menos nervios que los que nos sentábamos en la grada.
Dicho esto, LaLiga no para y en menos que canta un gallo jugaremos dos encuentros más antes de embocar los partidos definitivos de la Champions League. Pero ahora nos vamos a la Feria del Libro a seguir firmando ejemplares de Maradona, uno de los nuestros, el libro que acabamos de editar sobre el astro argentino que vistió la camiseta del Sevilla Fútbol Club. Todo por la escuela de fútbol de Louga (Senegal). Os esperamos en la caseta 37. Este partido también lo tenemos que ganar.