Una de las posiciones que más cambios ha vivido en los últimos años en el cuadro andaluz es la de central. Desde el mercado de fichajes veraniego de la temporada 2020-2021, numerosos movimientos, tanto de salida como de entrada, se han producido en el Sevilla FC. Ahora, Quique Sánchez Flores cuenta con hasta seis efectivos en esta demarcación, toda vez que intercala 2 o 3 según lo demande el choque. Sin embargo, esta situación contrarresta con el momento tan difícil que vive uno de los nombres que barajaron los nervionenses en pasadas ventanas de transferencias a nivel deportivo y personal.
El baile de centrales en el Sevilla FC
Tras ganar la sexta UEFA Europa League en Colonia, el Sevilla FC acudió al mercado de fichajes para firmar a Karim Rekik. El tunecino se sumaba a Joris Gnagnon, Sergi Gómez, Jules Koundé, Diego Carlos y Nemanja Gudelj como opciones para esta demarcación. Los tres últimos, así como Rekik conformaron la línea defensiva en la temporada 2021-2022, toda vez que José Ángel Carmona y Kike Salas empezaban a asomar en la disciplina de Julen Lopetegui. La campaña siguiente, el glorioso tándem formado por Diego Carlos y Koundé abandonó Nervión, lo que hizo que aterrizasen a lo largo del año Marcão, Tanguy Nianzou y Loïc Badé.
Este curso, con José Luis Mendilibar aún en el banquillo, llegó Sergio Ramos al Sevilla FC, una vez hubo finalizado el mercado de fichajes para completar la zaga formada por las tres incorporaciones del año anterior, Kike Salas y Nemanja Gudelj. Aunque nombres como Alexander Djiku o Victor Nelsson han formado parte de la terna de posibles llegadas, uno de los otros anhelos de la dirección deportiva para reforzar a los andaluces vive una situación muy delicada.
De objetivo al ostracismo
Una vez se hubo confirmado la vuelta del Sevilla FC a la UEFA Champions League para la temporada 2020-2021, Monchi se puso manos a la obra para firmar un central de cara al mercado de fichajes. Finalmente, llegó Karim Rekik desde el fútbol alemán, si bien una opción surgió desde Francia. Malang Sarr, que destacó en las filas del Niza, acababa contrato y su perfil gustaba en Nervión. Sin embargo, el futbolista acabó recalando en el Chelsea FC. Ahora, su situación personal y deportiva es muy complicada tras finalizar su préstamo en el Mónaco y vivir en el absoluto ostracismo.
Su salario de 100.000 libras semanales hace que sea muy difícil que encuentre club, habiéndose roto su fichaje por Le Havre en invierno y por Besiktas y AEK de Atenas en verano. Sin hueco en el primer equipo del Chelsea FC, hace vida normal como si fuese miembro del equipo sub-21 Blue, aunque no ha legado a disputar un minuto a lo largo de la temporada.
Una situación complicada de gestionar que le está afectando a nivel personal. Según informan fuentes cercanas a Malang Sarr para The Athletic, informan de su delicado estado anímico: «Nunca le he visto tan mal como ahora. Es la primera vez que lo veo así. Intenta cambiar su estado mental, pero es difícil cuando no juegas. Quiere jugar al fútbol y trabaja duro para eso. Sus familiares y amigos se quedan con él. Es importante para él tener gente a su alrededor». Este mismo medio apunta a desavenencias económicas entre el club y el ex objetivo del Sevilla FC a la hora de rescindir su contrato como razón principal para no haber cerrado su salida en el pasado mercado de fichajes. Un hecho que alargará, al menos hasta verano, su situación en Londres.