No pudo el Sevilla FC asaltar el Bernabéu y traer buenas noticias para la parroquia de Nervión. Esa maldición proverbial que afecta a los hispalenses cada vez que visitan la capital persiste temporada tras temporada. Los andaluces plantearon, de la mano de su entrenador, un encuentro competitivo y correoso para el Real Madrid, que se vio maniatado frente a los rojiblancos. Si algo es seguro en estos momentos es que el conjunto sevillano ha recuperado una vena competitiva que le permite encarar a cualquier rival. En este caso, el líder de la competición local se las vio y se las deseó para doblegar a los pupilos de Quique Sánchez Flores, que pudieron llevarse el encuentro en dos ocasiones muy claras, que los delanteros no pudieron definir.
Un once reconocible
El once hispalense comienza a ser un fijo reconocible. Quique Sánchez Flores ha configurado un conjunto de garantías que ya se saben de memoria los aficionados rojiblancos. El obtener esa estabilidad y el empezar a contar con unos jugadores fijos de cierta fiabilidad son excelentes noticias para un Sevilla FC demasiado acostumbrado a no repetir alineaciones. Contra el Real Madrid no hubo sorpresas. La baja de Acuña por lesión fue el único aspecto que alteraba el plan. El resto era lo esperable. Sin sorpresas por parte de los de Nervión.
Un entramado competitivo
Quique Sánchez Flores está hilvanando un equipo de garantías. Con paciencia y sin nervios está sabiendo encajar las piezas para poder competir en cualquier plaza. Eso se pudo ver en el encuentro frente al Real Madrid. El entramado de los hispalenses desesperaba a los blancos, incapaces de jugar a gusto. Pero no presentaban los andaluces un juego rácano y cerrado. Llegaban con peligro a la portería local, poniendo en aprietos al meta Lunin. En el minuto 7 En-Nesyri perdonaba un remate franco. Malas noticias para el Sevilla FC que sabía que si perdonaba las ocasiones claras, iba a terminar pagándolo caro.
Acto seguido un balón dividido lo remató Lucas a la meta hispalense. La intervención del VAR anuló el tanto por falta clara de Nacho a En-Nesyri. El enfado de la grada del Bernabéu era monumental, en un ambiente caldeado previamente. La denuncia del equipo andaluz a las presiones sobre los colegiados de los medios del real Madrid no dejó indiferente a nadie. Que los focos se pusieran tan pronto sobre el colegiado implicaba malas noticias para el Sevilla FC. En el minuto 33 pedían penalti los andaluces por agarrón a Isaac Romero. Pero ni el árbitro ni el VAR quisieron saber nada.
Nyland pone el cerrojo
Gran parte de las opciones de victoria de los hispalenses pasan por el meta noruego. Sigue instalado en un porcentaje inferior a un gol por partido. El báltico realizó varias paradas de mérito ante los ataques del real Madrid. La primera parte acababa de tablas en buena parte por la seguridad del cancerbero. Los rojiblancos se retiraban con el convencimiento de que el trabajo táctico de su entrenador estaba dando sus frutos.
En la segunda parte ambos equipos dieron un paso adelante. Se alternaron las ocasiones sin que unos y otros pudieran anotar. Un remate claro de Romero pudo estrenar el marcador, pero Lunin evitó el tanto del andaluz. Nyland también abortaba buenas ocasiones de los locales. Pasaban los minutos y no sufrían los hispalenses, que empezaban a dar por bueno el empate. Pero Modric se sacó un excelente remate desde la frontal para abrir la lata. Era el minuto 80 y restaban muy pocos minutos para esperar la reacción de los andaluces. Malas noticias para el Sevilla FC que perdía un punto con el que ya contaba. Tras un excelente partido, se quedaba sin premio.
Quique ha dado con la tecla
Es indiscutible el cambio de tendencia que marca el club hispalense viene de la mano del preparador madrileño. Sánchez Flores ha conseguido rehabilitar a un equipo que ahora compite en todos los escenarios posibles. Aunque el peligro del descenso todavía no se ha conjurado el equipo hispalense parte con otra cara totalmente distinta. La competitividad que demuestra hace pensar en un futuro más halagüeño para los rojiblancos. Buenas noticias para unos aficionados, los del Sevilla FC, demasiado acostumbrados a sufrir en las últimas temporadas.