Mendilibar no puede hacer milagros, el escudo del Sevilla FC sí. Pero no todos los días, solo en Europa. Esperemos ilusionados a la Juve y acabemos esta mala temporada bien. El Girona, que es un muy buen equipo, nos desnudó. Creo que tenemos más posibilidades de ganar la Europa League y entrar en Europa que de clasificarnos mediante la competición nacional. La planificación ha sido mala, a pesar de los milagros europeos. Habrá que corregir mucho, pero será más fácil si ganamos la séptima.
El Papu ya está inventariado como jugador. Montiel es una vía libre para el peligro del contrario. Gudelj no lo va a salvar todo jugando en cualquier posición. Bono es un portero mucho mejor que Dimitrovic, aunque este último es un buen guardameta (de suplente). A Pape Guaye hay que seguir observándolo mucho más. Bryan Gil estuvo muy vendido. Y sin Rakitic y Suso, no hay paraíso; de momento son imprescindibles. Solo la mística europea nos ilusiona, pero esto es un asunto de escudo más que de jugadores en el Sevilla FC. En ella depositamos toda nuestra fe y esperanza de seguir en nuestro territorio natural: el viejo continente.
El Sevilla FC es el equipo más europeísta de España. Hay una asimetría brutal entre nuestro éxito en el interior y nuestras victorias exteriores. Ningún otro club tiene esos desequilibrios. Esto no es ninguna singularidad azarosa, sino que responde al secuestro que dos clubes tienen de la liga nacional. El fútbol andaluz es mucho más de lo que estos dos capos mafiosos no han dejado expresar. Tuvo que abrirse el espacio europeo a más participantes para que aflorara en todo su esplendor las potencialidades del fútbol del sur. En Andalucía ha ocurrido lo contrario que en el fútbol norteño. Europa ha mostrado los límites de la furia española euskaldun y ha roto todos los techos al fútbol andaluz. Ningún equipo vasco ha hecho nada en Europa, aunque han conseguido numerosos títulos españoles que les han permitido participar en numerosas competiciones europeas. La comparación no es caprichosa, existe un isomorfismo invertido muy robusto entre el fútbol vasco y el andaluz: muchos éxitos nacionales de los vascos y nada en Europa, por contra, pocos títulos nacionales y muchos europeos de los andaluces.
Andalucía es una colonia futbolística de los dos capos (Real Madrid y FC Barcelona) en todas las provincias menos en Sevilla. Se puede comprobar fácilmente contando el número de peñas que hay en cada provincia. El resto es simplemente exotismo de materia prima para exportarla hacia el Bernabéu, Calderón o Camp Nou. Puro colonialismo deportivo. Desde Sevilla soñamos con Europa y con una España Donut con un inmenso agujero en el centro. Si el fútbol es en gran medida una metáfora de la vida, queda pensar qué sería de una Andalucía postcolonial y europeísta. De momento está la gloria europea del Sevilla FC, que el sueño no cese. A por la séptima (y sin olvidar al Espaynol)