Mi primo el de Zumosol

Sección:

Una semana después aún colea el enfrentamiento del Sevilla Fútbol Club con ese club acomplejado que representa de forma tan precisa lo peor de Andalucía, por mucho que su bandera se parezca y confunda. Es muy triste decirlo, nos gustaría no hacerlo, pero ahí está la Andalucía de pandereta, retraída, que se contenta con las migajas que les mandan otros y que en cuanto tienen algún problema al mirarse al espejo, no tardan ni un segundo en llamar a sus primos de Zumosol, esos que tienen en la capital del reino, que los detesta y los ningunea por igual, pero que les ayuda porque les son útiles para sus propios intereses.

Y lo hacen esta vez, tal vez siempre, aplaudiendo sus chistes y sus gracietas, su miarmismo irredento, su caricatura; la caricatura de una región sin la que esta país sería imposible, y sin la que este país va a ser imposible que sea alguna vez uno de verdad, de continuar permitiéndonos caer en esa indigencia en la que tanto les gusta a ellos chapotear con tal de ver a los vecinos hundidos. Qué triste vivir de la desgracia ajena, soñando con vernos desaparecer cuando eso es imposible. Y menos mal que lo es, sobre todo para ellos, porque si no, a ver a quién tendrían que echar culpa de su incompetencia, llamada desgracia en idioma manquepierdista.

Sabemos que no todos son iguales, pero eso no impide generalizar. Porque generalizar no significa que todos están cortados por el mismo patrón, pero sí que ese patrón es tendencia. Basta recordar la innoble justificación del lanzamiento de un objeto que impactó en la cabeza de un futbolista del Sevilla Fútbol Club en la temporada pasada. Una auténtica vergüenza a la que ni siquiera la demostración científica de que el futbolista hubiera hecho teatro le restaría un milígramo de indignidad.

Hundir a Monchi es el objetivo, el culpable de sus desgracias y no los patanes que les han comandado. Pero no tanto, y vaya que sí lo es, es el objetivo para ellos como para esos periodistas que hace tiempo que vendieron su profesión, cobrándola a plazos, y se pusieron al servicio del poder. De ese poder futbolero que no es más que una parte del que se ha ido adaptando a los tiempos desde hace siglos para persistir en sus objetivos, y a los que aquello que decía Ruiz- Gallardón de que Madrid era España y España, Madrid les representa como nada.

El odio al Sevilla Fútbol Club que se alimenta desde Madrid es también el odio a otra España posible, el odio a un país cuyo nombre babosean y utilizan para persistir en la misma estrategia, parasitar todo lo que se hace, acoger a todo el que se acerque para sorberle hasta la última brizna de su energía y, caso de sobrevivir en el intento, formar parte del ecosistema parasitario que engorda las carteras de quienes solo creen en una parte de España, el Banco de España.

Hundir a Monchi, hundir al Sevilla Fútbol Club, es también una forma de hundir a la España que quiere ser solidaria, mestiza y diferente, a la que cecea, a la que pronuncia las eles de forma diferente junto al Mediterráneo, abusa del condicional en el Cantábrico o habla con la boca cerrada en el Atlántico. La España que no quiere ser condenada al laísmo como única y dictatorial forma de expresión, eso sí, con mucha libertad.

Hay una Andalucía y una España que está muy bien representada en ese Gol Sur en el que sobrevuelan águilas y aguiluchos. Y no porque los representen a todos, que en nuestra casa también hay muchos devotos de aves rapaces del pasado, como no podría ser de otra forma, sino porque ellos sí, permiten que los representen.

Hace unos días un periodista vasco que vino a seguir el encuentro frente a la Real Sociedad manifestó en Twitter su sorpresa por la caballerosidad de nuestra afición, por los aplausos a David Silva cuando fue sustituido, y se preguntaba en la red social si quizás el Sevilla Fútbol Club no fuera como tantos están empeñado en demostrar. Vaya descubrimiento el suyo, y cuánta gente intoxicada por esa legión de dirigentes abucharados que se empeñan en intoxicar a una afición importante y fundamental como es la suya, y a la de tantos equipos, mediante chistes fáciles, gracietas al son de los cascabeles de sus panderos, para solaz de esa España de chiringuito.

Hoy el Sevilla Fútbol Club está pasando por un peligroso trance como consecuencia de muchos errores que se han cometido. Todos deseamos que en este tiempo de receso pueda arreglarse parte del desaguisado y salgamos del pozo en el que nos hemos instalado. Ojalá sea así. Pero cuanto peor estamos más sabemos que, con los que están o con otros, en segunda o en primera, el proyecto resurgirá de nuevo. Porque este proyecto es el proyecto de otra Andalucía y de otra España. Porque otra Andalucía y otra España son posibles. Ni todo el sevillismo estará de acuerdo con eso ni solo el Sevilla Fútbol Club representa a Andalucía. Porque esa Andalucía que quiere ser diferente está también, además de en este club, en los jóvenes empresarios que se resisten a abandonar sus ciudades y luchan por crear riqueza y modernidad en una comunidad aplastada por gente que pone la mano; en sus científicos, que desde nuestras universidades y centros de investigación, se empeñan en superar las carencias presupuestarias consecuencia de aquellos que se resisten a pagar impuestos en nombre de la libertad; en nuestros profesionales de la salud y de la educación, que luchan día a día por cuidar la esencia de nosotros.

Te guste o no, querido sevillista, la lucha del Sevilla Fútbol Club es una lucha por Andalucía y también por España, una lucha para la que no tenemos, ni falta que nos hacen, primos de Zumosol ni gente que nos ría nada, porque nuestro éxito será su derrota. Y si no te das cuenta, esperamos que más pronto que tarde lo hagas porque tú también eres tan andaluz y español como nosotros. Que el Sevilla salga adelante no solo es bueno para la entidad. Es bueno para quienes todavía creen que desde aquí se puede crear una riqueza digna no extractiva, al servicio del bienestar de todos. Porque lo nuestro no es un chiste, por mucha gracia que esta vez te hagamos hecho.

1 COMENTARIO

  1. Gran artículo, lástima que haya tanto manquepierdista pululando por los mentideros de la villa: ex como gordillo y el poli rincón así como el cuenta chistesmalos,han contribuido a difundir la imagen del Sevilla fc de señoritos y al otro de gente del pueblo…….manda huevos

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

¿Te gusta La Colina de Nervión? Apóyanos

A partir de solo 1€ puedes apoyar al único periódico que te informa solo y exclusivamente sobre el Sevilla FC. Tu apoyo contribuye a proteger nuestra independencia y nos permitirá poder seguir ofreciendo un periodismo de calidad y abierto para todos los lectores. Cada aportación, sea grande o pequeña, es muy valiosa para nuestro futuro e irá destinada directamente a los componentes de la redacción de La Colina de Nervión.

¡Lo último!

Yerson Mosquera se deja querer

En Castellón el fútbol se vive de forma intensa y si no que se lo digan a los aficionados...

Antes de irte... mira esto: