Un Sevilla FC en modo autodestrucción

Últimamente, las noticias nunca son buenas para la parroquia del Sevilla FC. Especialmente desde que Diego Alonso tomó las riendas del equipo rojiblanco. Son siete las jornadas de Liga con el uruguayo al mando en que los hispalenses son incapaces de ganar un encuentro. Un inusitado récord negativo en la historia de La Liga. Nunca un entrenador sustituto había tardado tanto en ganar un solo partido. En Mallorca volvió a repetirse el espectáculo, con un equipo poco enchufado de inicio incapaz de hacerse con las riendas de un rival entregado. Ineficaz ante el gol, el conjunto andaluz se desesperó con la labor del colegiado, que anuló un gol legal a Pedrosa para poner de nuevo una derrota en el casillero de Nervión.

Once bajas en Mallorca

Es cierto que la enfermería hispalense se encuentra a tope. Y que faltan efectivos para cubrir una convocatoria completa. Pero Diego Alonso alineaba en Mallorca un buen once, previsiblemente competitivo. No parecía que las noticias fueran a saltar por las bajas del Sevilla FC. Pero lo cierto es que el preparador de Montevideo no encuentra la clave para sacar un equipo enchufado de inicio, y paga caro esa dinámica suicida. Esta vez fueron tan solo diez los minutos que necesitó el equipo isleño, beneficiado con un rebote afortunado, para que Larín con la zurda hiciera su primer tanto este año. De nuevo tocaba remar en contra, algo difícilmente explicable.

Por si fuera poco, al borde de la media hora, una dura acción sobre Lukebakio obligaba a su sustitución por un Januzaj que sigue sumando minutos a pesar de su reciente nefasta participación ante el Astorga. El Sevilla acababa la primera parte con un juego discreto, sin esa reacción que se le espera a un equipo dolido. Al borde del descanso, no obstante, el delantero hispalense, Youssef En-Nesyri, fue claramente agarrado por un defensor del Mallorca. Acción en la que ni el VAR ni el colegiado quisieron entrar a valorar. Malas noticias para el Sevilla FC que se iba al descanso con el marcador en contra, un jugador lesionado, y un claro penalti no señalado.

Protagonismo de Alberola Rojas

El conjunto hispalense, esta vez sí, salió del vestuario dispuesto a revertir la situación. La segunda parte fue casi un monólogo de los rojiblancos, que acumulaban ocasiones ante un sideral Rajkovic, que abortaba una tras otra las ocasiones de los andaluces. De nuevo En-Nesyri gozaba de un mano a mano con el guardameta serbio del Mallorca, que este abortaba. Hubiera hecho justicia en el luminoso. Corría el minuto 62 cuando un zapatazo de Adriá Pedrosa se colaba en la meta mallorquina y ponía la igualada en el marcador. Pero entonces sucedió lo inesperado.

Cuando un colegiado insiste en ser protagonista del encuentro, suele suponer malas noticias para uno de los equipos en liza, en este caso el Sevilla FC. El trencilla manchego pareció querer acaparar todas las miradas. Aconsejado desde el VAR por Gil Manzano, este árbitro que no gusta en Nervión, anuló el tanto de Pedrosa por una supuesta mano de En-Nesyri. Inexistente falta, que ninguna imagen pudo recoger. Se enervaban los rojiblancos, que descentrados del encuentro, intentaron en los suspiros finales encarar un gol imposible. Dmitrovic mantuvo al equipo en pie ante las contras del Mallorca. Pero los hispalenses se fueron al vestuario con la cabeza baja, incapaces de anotar a favor un solo gol que firmara las tablas en el encuentro.

Un partido dominado

Pocas veces el club hispalense ha dispuesto de tanto dominio en un encuentro. La posesión de los de Alonso superaba el 66,5 % con el que los rojiblancos maniataron al Astorga en Copa del Rey. Hasta veinte disparos a puerta se permitieron ante el Mallorca (fueron 16 ante el conjunto maragato). Unos números indiscutibles que permiten ver que el bloqueo del conjunto andaluz no proviene tan solo del césped. Con tanto control de la posesión y tal número de ocasiones, las noticias se centran en cómo el Sevilla FC es incapaz de anotar un solo tanto. La desidia en los arranques de partido, y la escasa motivación parecen explicar, en parte, la deriva negativa de los de Nervión. Pero el bloqueo ofensivo es ininteligible para el aficionado medio.

Es evidente que muchas cosas tienen que cambiar en el club sevillano. Diego Alonso se afirma con fuerzas para afrontar el tramo final de este año 2023, pero la duda comienza a sobrevolar la planta noble de Nervión. No sorprendería ver en las noticias de mañana el cese del técnico del Sevilla FC. Víctor Orta, quien apostara fuerte por el charrúa, se ve cada vez menos avalado por esta espiral destructiva en la que se halla sumido el conjunto hispalense. Y Las plazas de descenso se ven cada vez más cercanas en el barrio de Nervión. Las apuestas apenas cotizan que Alonso se coma el turrón en la capital de Andalucía. Sería una decisión sensata, con los datos en la mano. Pero ojo, porque no todos los problemas del equipo convergen en la misma dirección.