Hace unos días, Gerard Piqué fue entrevistado en Twitch por el popular streamer Ibai Llanos. Fue una charla desenfadada cargada de momentos graciosos, que demuestra la buena relación que mantienen los dos. Uno de los temas que más están dando que hablar fue la pregunta de si le gustaría volver a jugar en la Selección.
La respuesta sorprendió a prensa y aficionados. El defensa catalán declaró que no ha cerrado la puerta al 100%. Y que si el míster le llamase, se lo pensaría. No hay duda de que Piqué podría hacer un buen papel como central. La Selección está teniendo problemas para rellenar ese hueco desde que Sergio Ramos se lesionó. Luis Enrique ha encontrado en Laporte una pieza clave para cubrir esa zona, pero le falta un compañero.
La incorporación del catalán sería una buena forma de solucionar el problema. Además, su veteranía y trayectoria servirían de inspiración para sus compañeros más jóvenes. Esto también contribuiría a que sus oponentes y los analistas deportivos los viesen como un equipo más completo y con más chances de hacerse con el Mundial. Por ahora, las casas de apuestas que se listan en https://betting.com/es/cuotas/cuotas-en-directo les dan alrededor de un 11% de probabilidades y los colocan como el quinto equipo con más opciones al título.
La retirada anunciada en 2016 y confirmada en 2018
Cuando Luis Enrique tomó la batuta de la Selección Española en 2018 contactó con Piqué para saber cuáles eran sus planes. Él ratificó que lo anunciado en la Eurocopa de 2016 era firme. El central comentó que sus años en la selección habían sido una etapa muy bonita, pero que ya estaba cerrada. Y que a partir de ese momento quería disfrutar lo que le quedase de trayectoria profesional centrando toda su atención en el Barça.
Desde ese momento, el asunto se dio por zanjado. Aunque al técnico asturiano le hubiese gustado contar con Piqué, le tomó la palabra y no volvió a plantearse el tema.
Las probabilidades reales
Los analistas deportivos ven poco probable que el catalán acabe reincorporándose a la Selección. Está claro que la Roja necesita a alguien de sus características para ocuparse del centro de la defensa. Y que Luis Enrique y Piqué comparten un pasado lleno de triunfos y una buena relación.
Pero hay dos elementos clave que chocan frontalmente contra el regreso del culé. Por un lado están su edad y su salud. Piqué llegaría al Mundial de Qatar con 35 años y lleva tiempo arrastrando problemas en su pierna izquierda, causados por una antigua lesión de rodilla de la que no se recuperó completamente. Su media de partidos jugados hasta el 2021 era de 45 por temporada, y el año pasado sólo pudo participar en 23.
Por otro lado, está el hecho de que Luis Enrique está creando un proyecto con la selección que se basa en foguear a jugadores jóvenes de gran calidad. Aunque pueda parecer que no es la mejor estrategia en el corto plazo, acabará dando frutos en el futuro y quizás consigan dar a la Roja una segunda edad de oro en cuanto ganen más experiencia.