El Sevilla FC volvió a generar grandes noticias en su competición fetiche. Tras caminar por la cuerda floja dos veces en poco menos de un mes, la papeleta del club hispalense estará presente en el sorteo de cuartos el 17 de marzo en Nyon. Los de Jorge Sampaoli sobrevivieron al infierno turco y escribieron consigo un nuevo capítulo en la historia del Sevilla Fútbol Club. A pesar de la euforia que supuso el triunfo, los sevillistas volvieron a dejar una gris imagen en cuanto a juego y, por ende, muchas dudas de cara a la visita al Coliseum en la próxima fecha de LaLiga.
El plan defensivo, al traste por un error
El primer acto debió concluir con mejores noticias de lo que lo hizo para el Sevilla FC. Jorge Sampaoli salió al Sukru Sacaroglu con objetivos claros en defensa y ataque. En lo que a la retaguardia respecta, era importantísimo que los suyos contuvieran el inicio del rival, espoleado por su afición en busca de la remontada. Kadioglu y Oosterwolde trataron de proyectarse en ataque desde el minuto uno y así bombardear el área sevillista a centros en busca de Valencia y Batshuayi. La zaga sevillista supo responder y Acuña secó en cierta manera al carrilero turco contrarrestando la banda derecha de Jorge Jesús. El Sevilla Fútbol Club trabajó en bloque (5-3-2 o 5-2-3) y con las líneas muy juntas y así calmó la presión de los aficionados que empujaron de lo lindo.
Sin embargo, en uno de los pocos desajustes sevillistas hasta el momento, Arda Guler (que fue una pesadilla en el segundo tiempo) consiguió emparejar a Kadioglu (su hombre más peligroso por banda) con Telles y ahí el Fenerbahçe vio la luz. Un error puntual tumbó el sacrificio hispalense, metió de lleno a los locales en la eliminatoria e hizo que los de Jorge Sampaoli entraran en psicosis colectiva. Cuando ese nerviosismo se apodera de los futbolistas, el Sevilla FC no da noticias de vida alguna. Sólo hay que fijarse en la acción posterior al gol, donde el mismo Alex Telles tuvo que acudir al rescate de una línea defensiva que, una vez rota, se entregó a merced de su rival y dejó de lado las ayudas y el bloque junto.
Sin noticias ofensivas del Sevilla FC
La sorpresa era mayúscula cuando en el once titular del Sevilla Fútbol Club figuraban tanto Rafa Mir como Youssef En-Nesyri. La intención de Jorge Sampaoli era clara: Atacar los espacios que dejara la zaga turca con dos futbolistas de gol. El argentino quería castigar desde el inicio aprovechándose de la obvia necesidad local por atacar. Por detrás, Rakitic y Óliver de lanzadores, con Acuña y Montiel dando amplitud a la vez que buscando conectar algún que otro centro. Por supuesto, también llevaba consigo la opción del desplazamiento en largo en caso de dificultades a la hora de salir desde atrás. Cero noticias de esto generó el Sevilla FC.
Se hace tremendamente difícil recordar en dos temporadas las veces en las que Rafa y Youssef hayan compartido ataque juntos. Eso, sumado a que el magrebí arrastra problemas físicos debido a la carga de minutos y que el murciano está en plena espiral negativa, hizo que estos dos se convirtieran en una isla desierta con la que fue difícil conectar. Por si fuera poco, Óliver no tuvo su día y Rakitic, más que impreciso, volvió a estar lento a la hora de armar la contra. La salida de balón se convirtió en un caos en el que los de Jorge Sampaoli no daban ni tres pases seguidos, fruto de la presión turca o simplemente de lo errática que estaba la sala de máquinas. Por fuera, casi ningún centro se acercó a las dos torres visitantes.
Batalla perdida en el centro del campo
Este aspecto pudo pasar desapercibido en la primera parte debido a la insistencia del Fenerbahçe en percutir por fuera y atacar de manera más directa. Sin embargo, desde bien temprano se vio que Fernando Reges tampoco iba camino de hacer un partido memorable. El brasileño tuvo que trabajar defensivamente junto a un Rakitic que debería tener un reparto favorable de minutos y no jugarlo todo con lo que eso significa para el croata. Óliver se sacrifica por y donde haga falta, pero tampoco tiene ese corte. El equipo local supo detectar esto e hizo de la espalda de Fernando una alfombra roja hacia la portería sevillista.
Con dicho panorama, el ex de Manchester City sucumbió ante el talento y la juventud turca en el segundo tiempo. Arda fue indetectable y los suyos se focalizaron en buscar al pequeño y talentoso diez. Yüksek y Zajc lo hacían una y otra vez y Güler, en zona de tres cuartos, estuvo a punto de golpear a un Sevilla FC que no supo responder defensivamente a la magia del canterano local. Disparó, combinó con sus delanteros y dejó más de un detalle de calidad ante un Fernando que no fue capaz de contenerlo. El centrocampista, ya sea por un mal día o por falta de refuerzos a su lado, perdió totalmente una batalla que, por suerte para los suyos, no les costó la eliminatoria.
La positivo del choque del Sevilla FC
Con todo esto como bagaje, la conclusión bien podría ser que si el Fenerbahçe hubiera atinado de cara a gol en el segundo tiempo, el desarrollo habría dado un giro dramático de los acontecimientos. Sin embargo, el Sevilla FC sí que dio noticias positivas en lo comentado anteriormente sobre la psicosis y el nerviosismo. Cuando restaba el descuento y los locales se desvivían por hacer un gol como fuera, los de Jorge Sampaoli supieron jugar con la ansiedad y desesperación del rival en vez de pegarse tiro alguno en el pie.
Comandados por Lamela, Suso y sobretodo Lucas Ocampos, los hispalenses completaron un gran final de envite e inlcuso Erik estuvo a punto de anotar de falta sino llega a ser por Bayindir. Es de lo poco positivo que puede sacar hoy el Sevilla Fútbol Club de su paso por Turquía. Aprender a jugar estos minutos en los que normalmente los sevillistas suelen ahogarse en un mar de dudas resulta vital para crecer como conjunto.