El cuadro hispalense volvió a dejar que desear en otra dantesca tarde pasada por agua en el Ramón Sánchez-Pizjuán. El Sevilla FC de Julen Lopetegui traspasó las malas actuaciones de a domicilio al feudo de Nervión, rascando un empate frente a un rival directo en casa y gracias. Debido a que Marko Dmitrovic, en sustitución de Bono por una nueva lesión, y la falta de puntería de los txuri-urdines fueron los motivos para una nueva portería a cero. Mientras la lluvia torrencial mojó la pólvora de los arriba, desesperando así la grada de Nervión que no ve tan segura y consolidada esa cuarta plaza.
Augustinsson y Gudelj, de lo poco potable
Empezando por lo poco potable del conjunto de Julen Lopetegui en el día de ayer, hay que reconocer la gran actitud y respuesta defensiva de dos jugadores de la «unidad B»: Ludwig Augustinsson y Nemanja Gudelj. Tanto el sueco como el balcánico estaban contra la espada y la pared a mitad de temporada, pareciendo su última en Nervión con una posible salida en verano. Sin embargo, tanto en Londres como ante la Real Sociedad taparon los complejos agujeros Acuña y Diego Carlos prácticamente a la perfección. A destacar sobre las dos actuaciones, el serbio estuvo especialmente sólido, ganando todos los duelos en los que se midió, tanto aéreos como en el suelo. Además, y como viene siendo habitual, fue un seguro con el pase, obteniendo 93% del acierto en el pase.
Un desalmado centro del campo
En el centro del campo el conjunto volvió a fallar o a no imponerse en el encuentro. El Sevilla FC tuvo nuevamente una puesta de escena similar a la de Londres, con pasividad en la presión y siendo dominado en el medio del campo por el conjunto rival. Julen Lopetegui volvió a apostar por una alineación similar a la ida de la UEFA Europa League contra el West Ham United, con Óliver Torres junto al pivote y con Munir en la media punta. Sin embargo, la ejecución ni se le acercó a le de hace algo más de una semana. Al fallar la primera línea de presión, el centro del campo quedaba desangelado con lagunas por todo el campo y facilidades para la Real en transición.
Negligencias en los centros
El cuadro de Julen Lopetegui se ha especializado en estos últimos tres años en ser un equipo que juega mucho por banda para centrar con un alta frecuencia. No obstante, si los balones colgados al área no son buenos, es complicado que actué la faceta goleadora del equipo, siendo una de las cosas que hay que achacar al capitán Jesús Navas. El número 16 no estuvo nada acertado en una de sus mayores tareas sobre el verde, acertando un único centro de once posibles. Algo que viene siendo norma general en el último año, colgando correctamente un 27% de centros, aproximádamente uno por encuentro.
Lucas Ocampos, un día para olvidar
El número 5 del Sevilla FC, Lucas Ocampos, tuvo ayer uno de los peores partidos desde que empezó a vestir la camiseta de Nervión. El de Quilmes erró en todas las facetas, fallando en los centros, en los pases en largo, sin ganar un solo duelo y perdiendo el esférico en hasta 16 ocasiones. Sobre el césped generaba impotencia, intentándolo todo, pero siendo un auténtica máquina de perder balones. Pese a que lo intentase de todas las formas posibles y por haber, por derecha, izquierda y por dentro, al argentino no le salió absolutamente nada y por increíble que parezca, no fue retirado del terreno de juego.
La desesperante situación de Anthony Martial
Anthony Martial está empezando a ser una broma de mal gusto para la gran mayoría de los aficionados del Sevilla FC. Julen Lopetegui volvió a apostar por él en el once, jugando como referencia arriba para producir ese gol para lo que se trajo. Sin embargo, volvió a dejar mucho que desear, sobre todo en actitud sobre el verde, pasivo en la presión y con falta de asociación con sus compañeros. Con la ausencia de gol que ha presentado desde que llegó, el de Asteasu deberá de plantearse si continuará con delanteros más comprometidos con la causa o intentar amortizar una costosa operación que parece haber sido un fracaso.
Erik Lamela, un rayo de esperanza
Entre lo más positivo del encuentro estuvo el regreso del Coco Lamela. El argentino desatascó al Sevilla FC en los últimos minutos llegando al equipo de Julen Lopetegui como agua de mayo ante un equipo totalmente congestionado en ataque y sin ideas de como atacar. Por ello, el ex del Tottenham fue capaz de encarar y crear peligro en su reaparición después varios meses alejado por su lesión en el hombro. Sin dudas, un elemento de desborde y revulsivo que necesitaba desde hace varios meses.