Segundo y último batacazo en Europa de los de Nervión. El Sevilla FC cayó en el partido de vuelta de la eliminatoria de octavos frente al West Ham con total merecimiento tras traicionar nuevamente a su espíritu, incluso con la Europa League de por medio. El petardazo continental de los hispalenses provoca irremediablemente que se señale a un proyecto que no cumplió con las expectativas que prometía.
El Sevilla FC pagó el precio de la racanería
Una vez más, el Sevilla FC hace un partido indigno lejos de Nervión. Otra vez, los de Julen Lopetegui salieron acomplejados y sin fe. Nuevamente, el Sevilla Fútbol Club fue anticompetitivo en Europa esta temporada.
En el London Stadium se volvió a ver la misma cara que en Salzburg o Wolfsburg. Ante el West Ham, los hispalenses, ahora en su Europa League, cayeron en los mismos vicios que llevan arrastrando toda la temporada: tímidos con balón, achantados en cada acercamiento rival, sin determinación y con dos o tres individualidades que salvaron al colectivo de una machada mayor. Si no es por Bono, santo como de costumbre, y Nemanja Gudelj, el Sevilla FC acaba el partido con un 4-0 en contra. Si no es por Tecatito Corona, el equipo rojiblanco ni habría merodeado por el área Hammer.
La realidad del elenco sevillista este curso en Europa quedó personificada en la prórroga: buscar como loco una tanda de penaltis es de equipo pequeño. En este caso, el Sevilla Fútbol Club lo fue en Liga de Campeones y en su Europa League. A fin de cuentas, la racanería se paga.
De la ilusión al fiasco
A mitad de marzo, el proyecto 2021/22 queda visto para sentencia. En Nervión no esperaban la derrota del Sevilla FC frente al West Ham, pero tampoco caer en Europa League por no poder superar una fase de grupos de la Liga de Campeones más que asumible.
Monchi confeccionó a Julen Lopetegui una planificación que, sobre el papel, era impecable. Mantienes a Jules Koundé, Diego Carlos y En-Nesyri, fichas a jugadores de la talla de Rafa Mir, Lamela o Montiel y rematas la faena en invierno incorporando a Tecatito Corona, petición expresa del de Asteasu, y Anthony Martial. La plantilla más cara de la historia del Sevilla Fútbol Club. A priori, la temporada pintaba a ser grandiosa, pero se topó con la realidad.
Nunca se debió producir que el Sevilla FC se jugará toda una final en el último partido de la Liga de Campeones. Si los hispalenses no agotan su enfermería no es porque tienen mala suerte. Que en Europa y fuera de casa el equipo se intimide y pierda los papeles no es síntoma de estar haciendo una grandísima temporada. En todos estos puntos es en los el Sevilla Fútbol Club debe reflexionar, incluyendo todas las áreas sin excepción. Porque, sin lugar a dudas, el club hispalense no dio el salto cualitativo. Fiasco y decepción con todas las letras.