En su vuelta al barrio de Nervión, Monchi esperaba poder llevar a cabo un verano de esos que se recuerdan en la posteridad. Y, efectivamente, lo ha conseguido una vez más. El de San Fernando no ha parado hasta dejar su cuadro lo más maquillado posible, aunque faltó algo. La dificultad en dar salida a los descartes de la plantilla, ha propiciado que no se haya ingresado lo esperado y que no se completara la plantilla con un fichaje estrella. El problema, quizás, ha estado en la imposibilidad de vender a estos futbolistas, ya que se ha tenido que recurrir a las cesiones.
Los descartes
Aunque Monchi, con esfuerzo, intentara transmitir en cada rueda de prensa que no se desprenderían de nadie a la ligera, era un secreto a voces que esa lista existía. Una lista en la que, solamente, faltó por salir Sergi Gómez. El español estuvo cerca de Rusia y de Italia, pero al final no se cerró su salida. La dirección deportiva esperaba conseguir en torno a 5 millones por su venta, los cuales nunca se llegaron a ofertar. Otros nombres que se encontraban en esa ristra de descartes son Roque Mesa, Rico, Gnagnon, Kjaer, Arana, Corchia, Amadou y Muriel. De todos ellos, solo se ha vendido al 100% al colombiano, viéndose obligado Monchi a ceder para hacer hueco en el equipo. Esto hace que, solamente en descartes, el Sevilla FC haya conseguido en torno a 45 millones menos de lo que se esperaba según los valores de Transfermarkt.
La guinda
Debido a lo comentado anteriormente, Monchi estuvo atado de pies y manos a la hora de dar el último trazo al cuadro. Salieron nombres a la palestra como Mariano, Luis Alberto o Bergwijn, pero nunca hubo posibilidad real. Esto hace que, la planificación de la plantilla del Sevilla FC se haya quedado incompleta, ya que faltó la bomba. Aunque también hay que decir que, el objetivo principal, la revolución, se ha efectuado, al parecer, con éxito.