Los grandes equipos empiezan a construirse desde atrás, y ayer en Montilivi se vio que el Sevilla no está bien construido. La dura derrota ante el Girona dejó muy malas noticias y sensaciones de cara a la eliminatoria de cuartos de Copa entre Atlético de Madrid y Sevilla FC. Entre tantos, Marko Dmitrovic fue uno de los grandes señalados, pudiendo hacer más en varios de los goles y evidenciando que no ha podido ni acercarse al nivel de Bono.
El Sevilla FC no levanta cabeza
Después de superar al Getafe CF en los octavos de la Copa del Rey, la expectativa entre los sevillistas no era otra que ver una actuación mejorada frente al Girona FC en LaLiga. No obstante, el Sevilla FC no logró brindar buenas noticias a su afición en Montilivi. A pesar de tomar la delantera con el gol de Isaac Romero, los hispalenses cometieron demasiados errores en defensa. Nianzou no pudo hacer nada contra Savinho, aunque Quique así lo presuponía, y Ramos y Badé estuvieron muy indecisos. Una jornada más en la que el Sevilla no consigue vencer, y ya van cuatro de forma consecutiva. El cuento de que hay tres equipos peores podría ser cierto, pero llegará un momento en el que ser mejor o peor dará igual.
Los errores de Marko Dmitrovic en Montilivi
El ex del Eibar dejó las peores noticias del Sevilla FC ante el Girona, señalado en prácticamente todos los goles del conjunto catalán. Fue él quien, con una salida en falso, tiró por tierra el tanto inicial de Isaac Romero, aunque Badé pudo hacer más en el salto. En el tercero de Dovbyk reaccionó demasiado tarde al disparo, mientras que en el cuarto y el quinto del Girona no supo adivinar la dirección de la pelota. Los porteros están para salvar puntos. Sin embargo, actualmente, Marko Dmitrovic no logra cumplir con esa exigencia. El guardameta cuenta con el peor porcentaje de paradas de LaLiga, algo menos del 50%. Carece de confianza y agilidad y muestra una cuestionable capacidad para detener incluso disparos menos potentes. Su actuación reflejó claramente las dificultades que atraviesa el equipo de Quique Sánchez Flores.
El serbio no da la talla
Si uno se remonta a la temporada 21-22, cuando el serbio firmó por el conjunto hispalense, visualiza cómo ha cambiado todo. El ex del Eibar lograba complementarse muy bien con Bono, incluso había quien afirmaba, y con razón, que el Sevilla contaba con la mejor pareja de porteros de toda la liga. Uno que acabó siendo el Zamora y otro que cuando el primero no estaba, hacía que nadie notara su ausencia. Por aquel entonces, no había malas noticias en la portería del Sevilla FC.
"Quizá tengamos la mejor pareja de porteros de @LaLiga" 🥰
Mendilibar, nuevo técnico del @SevillaFC, responde a @I__Molina sobre la portería. ¿Dmitrovic o Bono? #LaLigaEnDAZN ⚽ pic.twitter.com/1lBEr9Z7tt
— DAZN España (@DAZN_ES) April 1, 2023
La situación a día de hoy es muy distinta. Con la marcha de Bono a Arabia Saudí, Marko Dmitrovic era el encargado de suplir al marroquí, teniendo esta vez a Örjan Nyland como competencia. Lejos de hacerle olvidar, el serbio no ha terminado de dar el nivel que se le requería, costándole la suplencia en favor del noruego. La lesión de este hizo que Dmitrovic volviese a contar con minutos, algo que solo le ha traído malas noticias al Sevilla FC. Quizás, Quique Sánchez Flores debería reabrir el debate en la portería, sentando al serbio y dándole la titularidad a Nyland o a Alberto Flores, que demostró en Getafe merecer, al menos, una segunda oportunidad. Lo que está claro es que, a este nivel, Dmitrovic no puede volver a jugar en el Sevilla, porque lejos de salvar puntos, los cuesta.