Cuando Víctor Orta aterrizó en Nervión no tuvo dudas. Necesitaba piezas en la sala de máquinas. El exdirector deportivo del Leeds United tenía una ardua tarea: devolver al Sevilla a la zona noble de la Liga española. Y ello pasaba por solidificar sus cimientos, su centro del campo. Ahí emergió Djibril Sow, un perfil similar a otros de gran éxito en el club en el pasado y que venía avalado por su éxito en la liga alemana con el Eintracht de Frankfurt, con quienes ganó incluso la Europa League de 2022. De ahí que a Orta no le temblara el pulso y aceptara desembolsar los 10 millones demandados por Las Águilas.
En el arranque de la temporada, Sow ha sido indiscutible, pero intermitente. Actuaciones como la desplegada ante el Rayo Vallecano deben servir como impulso para el 41 veces internacional con Suiza. Frente a la Franja, en su noveno partido con la elástica sevillista, marcó su hasta ahora único tanto. Un gol crucial en el minuto 50, con un zapatazo imperial desde fuera del área. Con 0-2 en el marcador, fue la primera piedra de un empate final que sellaría En Nesyri sobre la bocina. Los goles son estupendos cambiadores de dinámicas y ese debe ser el espejo en el que se mire Djibril para abandonar ciertos vaivenes de rendimiento.
Sow no es un futbolista que tienda a aparecer como goleador habitual, pero sí es un box to box cuyo físico portentoso le acerca al área y le lleva a participar en jugadas definitivas. En el Eintracht, por ejemplo, participó de manera directa en 21 goles (8 tantos y 13 asistencias) en sus cuatro campañas en Frankfurt. Un futbolista que puede ser sorpresivo y rentable, si tomamos las apuestas de fútbol en directo como baremo para pronosticar el futuro. Y es que, el retorno con tanto anotado por un delantero centro siempre es mucho menor que un gol marcado por un centrocampista. Y Djibril Sow, entre los futbolistas de su estilo, tiene olfato y peligro para el rival. Sin perder de vista que sus principales labores son las de cortocircuitar al mediocampo contrario.
Por ahora, el suizo no ha conseguido desplegar sus alas al completo en el Sánchez Pizjuán, pero duelos como el del Rayo seguro servirán como lanzadera. Porque si no ha tenido tanto impacto como quizá se esperaba, su fútbol sí ha convencido a sus entrenadores. Sus intangibles brillan más que lo plausible. Por ello, José Luis Mendilibar primero y Diego Alonso después, tras la destitución del primer, han configurado la mayoría de sus alineaciones con Djibril entre sus hombres de inicio.
Ese rendimiento deficiente, ateniendo a las capacidades de la plantilla, tampoco ayuda a recién llegados como Djibril Sow. Aunque la labor de un futbolista como él, con vitola de diferencial (fue clave en la consecución de la citada Europa League por parte del Eintracht), tiene el deber de potenciar la actuación colectiva con su aptitud individual. La apuesta de Orta fue importante y también la del jugador al elegir Sevilla por encima de otras opciones que tenía sobre la mesa. Apoyado en partidos como el del Rayo, Sow busca el impulso necesario para encontrarse a sí mismo en Nervión.