Vuelve LaLiga tras casi dos meses en reposo y con el Mundial de Qatar entre medias. Una de las malas noticias para el Sevilla FC es que se iba al parón en puestos de descenso, con la ansiedad que eso conlleva. Este tiempo sin competición ha servido a los equipos para recomponerse. El Celta de Vigo es uno de los clubes que más lo ha aprovechado, pues firmó a un nuevo entrenador a comienzos de noviembre. El rival de los de Jorge Sampaoli ha tenido tiempo para ir asentado la idea del nuevo técnico. Así, los hispalenses tendrán en frente a un conjunto más compacto y distinto al de hace dos meses.
La mano de Carvalhal
El Celta de Vigo está en una situación parecida a la de su próximo rival. Tan solo un punto separan a los gallegos del Sevilla FC, por lo que podría decirse que, hoy por hoy, son rivales directos. El cambio de entrenador no surgió mucho efecto en los dos últimos partidos ligueros, donde consiguió un punto de seis posibles. Cayó derrotado en Balaídos en su debut por 1-2 ante Osasuna, y empató 0-0 en Vallecas ante el Rayo. En Copa del Rey sí avanzó las dos rondas disputadas contra dos rivales de menor categoría.
Aun así, el equipo vigués será diferente a ese, pues Carlos Carvalhal ha tenido tiempo para inculcar cambios en la mentalidad y en el juego de sus futbolistas, y ese aire fresco siempre necesario para virar el rumbo de un equipo caído. En estos últimos días, el portugués está probando dos sistemas distintos: el 4-4-2 y el 5-3-2.
Un Celta de Vigo con todos disponibles y caras conocidas
Las noticias relacionadas con las lesiones han sido buenas o malas según el bando que se mire, con el Sevilla FC como perjudicado. Los locales recibirán a su rival sin ninguna baja. Carvalhal dispone de toda la plantilla. El último en recuperarse ha sido Renato Tapia tras unas molestias en el tobillo que no le permitieron jugar en Copa del Rey. Con la vuelta del peruano la enfermería está vacía, algo impensable para Jorge Sampaoli.
El técnico de Casilda tendrá en frente a dos viejos conocidos en Nervión. Iago Aspas sigue siendo el buque insignia del club celeste, y es la principal amenaza ofensiva. El otro es Óscar Rodríguez, el aún jugador sevillista, que podrá jugar ante su equipo, pues es su contrato no existe la cláusula del miedo. Denis Suárez también está en las filas de los vigueses, pero no cuenta para el club.