El Sevilla saltó al césped de Balaídos con la urgencia de conseguir los tres puntos para seguir en los puestos de Europa League y con la eliminatoria del Bayern de Múnich a la mente. Tanto es así que el técnico sevillista, Vincenzo Montella, dio descanso a algunos de los titulares y apostó por un once novedoso, con Layún, Carriço y Arana en la defensa, Pizarro en el centro del campo y Ben Yedder como referencia en el ataque al que se sumó Sandro, que entró a última hora debido a una sobrecarga que sufrió Correa en el calentamiento.
Había expectación por ver cómo funcionaría el equipo con algunos suplentes, visto el bajo rendimiento ofrecido en anteriores ocasiones, cuando Montella decidió rotar. Y comenzó bastante bien entonado el cuadro nervionense, muy enérgico, bien posicionado y buscando los espacios que dejaba el Celta atrás. Pronto, a los siete minutos, llegó la primera gran ocasión sevillista, tras un regalo de la zaga viguesa pero Sandro remató a la cara de Sergio Álvarez.
Dominio estéril
Pese a la acumulación de partidos, durante el primer tiempo se vio un Sevilla fresco, superior al Celta, al que le estaba ganando la posesión del balón. Sin embargo, le costaba llegar con claridad a la portería rival. Aun así, la estadística de disparos a puerta favorecía también a los hispalenses, con tres remates por ninguno de los gallegos. Al cuadro de Unzué le costaba tejer jugadas largas, gracias a la presión sevillista en el centro del campo.
Golpe celeste
Pero la mala suerte parece haberse instalado en el Sevilla en los últimos partidos. Al filo del descanso, en la única llegada del Celta en toda la primera parte, llegó el gol, otra vez en propia puerta. Pablo Hernández puso un balón al área que Kjaer desvió hacia la portería, David Soria logró despejarla, pero la pelota rebotó en el cuerpo de Arana y se alojó dentro. Doble mala suerte porque, en esa jugada, se lesionó Kjaer, que tuvo que ceder su puesto a Lenglet.
El gol suponía una severa bofetada en la cara a un Sevilla que había sido mejor que su rival y había dispuesto de las mejores ocasiones del partido, pero que nuevamente estaba pagando caro la falta de puntería. Y, como ocurrió ante el Bayern, veía cómo el rival se adelantaba con un gol a trompicones, en el primer acercamiento a la portería de un David Soria que, hasta ese momento, apenas tuvo que intervenir. A pesar del duro golpe, el Sevilla estuvo a punto de igualar el marcador antes del descanso, con un remate duro y seco de Sandro, que se estrelló en las piernas de Sergio.
Tras el descanso, el Sevilla pareció recuperarse del gol recibido en los últimos instantes del primer tiempo y muy pronto gozó de una nueva oportunidad para empatar, pero Ben Yedder no aprovechó el buen pase interior de Sarabia y su disparo lo repelió Sergio, erigido como el salvador del Celta. Una vez más, el conjunto nervionense se mostraba incapaz de perforar la portería rival.
Sentencia el Celta
Pero el Celta sí supo aprovechar sus ocasiones y le bastó con tres minutos para matar el partido. Primero, la presión viguesa en la salida de balón del Sevilla provocó que Sarabia perdiera un balón en zona peligrosa y Iago Aspas hizo el 2-0. Montella reaccionó introduciendo a Franco Vázquez por Pizarro, pero tres minutos después, de nuevo Iago Aspas se aprovechó de un error garrafal de David Soria y, a puerta vacía, marcó el segundo gol en su cuenta personal y el tercero del cuadro gallego.
Un problema llamado gol
Viendo el juego del Sevilla en la primera parte, parecía increíble que estuviese cayendo por un resultado tan contundente, en apenas una hora de juego. Pero este equipo tiene un serio problema llamado gol. Perdona demasiado y le marcan con mucha facilidad. Y eso se paga muy caro en el fútbol de élite. Montella completó los tres cambios con la entrada de Nolito por Sarabia, pero de poco sirvió.
Otra goleada
En la recta final, el Sevilla ya había abandonado el partido y el Celta, que olía la sangre, no dudó en hacer el mayor daño posible. En el minuto 78, Iago Aspas completó su Hat-Trick, al aprovechar un mal despeje de David Soria. El marcador de Balaídos rezaba un doloroso 4-0 y el fantasma de la ‘manita’ sobrevolaba las cabezas de los jugadores nervionenses.
No es la mejor manera de encarar la vuelta de los cuartos de final de la Champions League, ante un rival, el Bayern de Múnich, que ya celebra su sexta Bundesliga consecutiva, tras golear al Augsburgo por 1-4. Toca preparar la cita del miércoles donde puede hacer historia, pero mientras, el Sevilla se desangra en LaLiga y ya peligran los puestos de Europa League.
Ficha técnica
Celta de Vigo: Sergio, Hugo Mallo, Roncaglia, Sergi Gómez, Jonny (Cabral, 76’), Daniel Wass (Radoja, 74’), Lobotka, Pablo Hernández (Boyé, 82’), Mendez, Iago Aspas y Piona Sisto.
Sevilla FC: David Soria, Layún, Kjaer (Lenglet, 40’), Carriço, Arana, N’Zonzi, Pizarro (Franco Vázquez, 58’), Banega, Sarabia (Nolito, 71’), Correa y Ben Yedder.
Goles: Arana pp, 38’; Iago Aspas, 57’; Iago Aspas, 60’; Iago Aspas, 78’;
Tarjetas: Jonny, 12’; Pizarro, 21’;
Árbitro: Alfonso Álvarez
Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo primera jornada de LaLiga, disputado en el Estadio Municipal de Balaídos, en Vigo.