La temporada está llegando a su fin y, aunque el equipo todavía se está jugando la cuarta plaza, Monchi y su equipo ya están planificando la temporada venidera. Son muchos los jugadores que suenan para el Sevilla, pero está ganando peso la posible ofensiva por la llegada de Hatem Ben Arfa. El francés ya estuvo en la órbita del club nervionense en el verano de 2016 y es uno de los objetivos de la dirección deportiva. Ahora, con 32 años, vuelve a ser una posibilidad real.
Un viejo objetivo
Tanto Monchi como su equipo están continuamente en busca de nuevas opciones para mejorar la plantilla, pero son muchas las negociaciones que no llegan a buen puerto. Una de estas fue la de Ben Arfa. En el mercado veraniego de 2016 el león de San Fernando buscaba opciones para mejorar la medular sevillista y el francés era el indicado. Todo parecía hecho, pero entonces el París Saint Germain se interpuso en el fichaje. El centrocampista acabó rumbo a París ya que el Sevilla no podía competir económicamente por el fichaje y, finalmente, en su lugar llegó Samir Nasri.
Campaña espléndida
Tras su paso por el PSG, por donde pasó sin pena ni gloria, el francés se marchó al Stade Rennais, equipo en el cual ha vuelto a encontrarse con su mejor estado de forma. Ben Arfa cogió rápido el timón del equipo y ha sido el jugador más determinante en la temporada. Ha conseguido llevar al club en volandas hasta los octavos de final de la Europa League. En liga no le ha ido tan bien, pues actualmente ocupan la undécima plaza a falta de tres jornadas. Aún así el Rennais estará presente en la Europa League la próxima temporada, ya que dando la sorpresa, se han alzado con la Copa de Francia ante el PSG, título que otorga el pase a Europa. En total, Ben Arfa ha jugado 39 partidos en la temporada, en los cuales ha anotado nueve goles y ha dado seis asistencias de gol.
Jugador de altibajos
Nadie duda de la grandísima calidad de Ben Arfa, pues es de ese tipo de jugadores que puede cambiar el partido con una sola acción, pero si algo se le achaca al francés es su acusada irregularidad. Aún no ha sido capaz de encadenar más de una temporada a su máximo nivel. A pesar de ello, es un jugador que reforzaría bastante la medular sevillista.