Sin licencia para tocar plata

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Barça Sevilla FC Julen Lopetegui
Los jugadores hispalenses, tras el pitido final en el Camp Nou.| Imagen: Lluis Gene/AFP vía Getty Images

El duelo entre Barça y Sevilla FC del pasado domingo se resolvió con una victoria local por la mínima. Los de Julen Lopetegui expusieron una buena imagen en el Camp Nou, pero la falta de malicia en los últimos metros hizo que los hispalenses se quedaran en la orilla. Con esta derrota, se esfuma el sueño del campeonato liguero de los rojiblancos, cayendo a una cuarta plaza que está en serio peligro. 

La misma historia de siempre en el Camp Nou

El Sevilla FC realizó un partido competitivo en el Camp Nou, pero, una vez más, no fue suficiente para superar al Barça. En este relato coincide el sevillismo en su mayoría.

El buen hacer de los de Julen Lopetegui sin balón impidió que el FC Barcelona gozara de fluidez en la construcción de pelota. Cuando los azulgranas se acercaban a la meta hispalense, los de Xavi se veían obligados a reiniciar la jugada al no encontrar los espacios que necesitan en su plan de juego. En caso de que estos aparecieran, estaban Bono, Koundé, Diego Carlos para impedir que el ataque fuera a más. Este triángulo defensivo, junto a Joan Jordán, personificó el gran trabajo de los nervionenses sin balón. Pero con el buen orden y la impecable lectura de juego sin balón no bastó.

En la parcela ofensiva, el Sevilla Fútbol Club fue anticompetitivo. Generó poco y, pese a ello, tiró las ocasiones que tuvo a la basura tras una pésima gestión de sus oportunidades. Con este ataque tan desacertado en la toma de decisiones, es utópico querer presentar credenciales a un título. Buena imagen, pero tres puntos menos; la misma historia de siempre.

En los últimos catorce años, ni una victoria a domicilio del Sevilla FC frente a Barça, Real Madrid y Atlético de Madrid. Así es imposible darle crédito a una candidatura liguera de los nervionenses.

El Sevilla FC, con la pólvora mojada

En el Camp Nou se confirmó una realidad que se susurraba entre el sevillismo hasta el pasado domingo: el Sevilla Fútbol Club tiene la pólvora mojada. Tan solo basta con ver los números goleadores de sus tres competidores en la ya esfumada lucha liguera: 61 goles a favor del Real Madrid, 57 de Atlético de Madrid y FC Barcelona. En este aspecto, el Sevilla Fútbol Club es el séptimo equipo de LaLiga con 40 tantos, una cifra muy pobre para poder soñar.

Otro hecho palpable y que quedó reflejado en el tapete del coliseo azulgrana es la monotonía de los hispalenses en fase ofensiva. Les cuesta producir y, cuando lo hacen, caen en decisiones muy previsibles. Parte de esta circunstancia se debe a la ausencia de su generador de juego, el Papu Gómez. Desde que el argentino es partícipe de la enfermería sevillista, el elenco de Julen Lopetegui únicamente anotó dos goles en los últimos seis partidos.

En cuanto a notas individuales, el pasado domingo quedaron señalados dos futbolistas del Sevilla FC por su partido frente al Barça: Lucas Ocampos y Anthony Martial.

El argentino está en una versión similar a la de la pasada campaña. Ya no es excusa que el extremo sevillista parta en la izquierda. Perdonándose la vida en cada jugada, protestando a la mínima con el colegiado y tomando la peor decisión en ocasiones de peligro real. Lejos queda aquel nivel mostrado en el mes de diciembre y su último gol en LaLiga, en este caso, frente al Cádiz el 3 de enero.

Con el francés, la decepción es mayor. Anthony Martial aterrizó en las filas de Julen Lopetegui con la intención de dar un salto de calidad al ataque hispalense. La realidad es que el relato inicial quedó en ficción. Con apoyos entre líneas y un buen juego de espaldas no basta. El atacante del Sevilla FC es inofensivo y su partido frente al Barça confirmó lo que todo el sevillismo se temía: su fichaje es un fiasco.

Apretar los dientes para asegurar el cuarto puesto

Con la derrota del Sevilla FC, los hispalenses cedieron la segunda plaza al Barça y cayeron relegados al cuarto puesto. El portazo al campeonato de Liga es definitivo. No obstante, la preocupación pasa ahora por asegurar el billete a la Liga de Campeones.

En estos momentos, el Real Betis sopla el cogote de los hispalenses, pues la diferencia entre el cuarto y el quinto es tan solo de cuatro puntos. A finales de febrero, con la victoria en El Gran Derbi, eran ocho las unidades entre sevillistas y béticos. Curiosamente, dicho encuentro fue la última ocasión que el Sevilla FC dio sus mejores sensaciones. El problema es que en marzo no le has ganado a nadie en un mes que, pese a las lesiones y la Europa League, era asumible para un equipo que quería presentar su candidatura a LaLiga.

Mantener la cuarta plaza pasa por el Ramón Sánchez-Pizjuán. Los nervionenses tienen cinco finales en su feudo, una de ellas ante el Real Madrid en trece días. Apretar los dientes para no tener que tirar de calculadora. No obstante, o cambia mucho el relato hispalense o el final puede ser trágico. El tiempo dirá.

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