Estoy muy preocupado. Escribo esto antes del partido del Sevilla Fútbol Club en Dortmund y después del empate ante el Bilbao. No sé qué pasará en esta nueva etapa de Jorge Sampaoli, pero me atrevo a realizar un amago de predicción de cisnes negros: o deja al equipo muy bien clasificado (entre Champions y Europa League) o en puestos de descenso (eso, si no lo echan antes). No creo que lo acomode en la mitad de la tabla.
El Sevilla Fútbol Club tiene dos problemas muy serios: una debilidad física enorme y una debilidad defensiva no menor. Arrastrando este tipo de problemas, se puede acabar muy mal. No temo a una temporada mediocre fuera de Europa. Temo algo mucho peor. La temporada mediocre sería resistible, aunque amarga, pero lo otro… sería un durísimo golpe al proyecto que comenzó a principio del siglo XXI. Por eso, creo que la opción de Jorge Sampaoli tiene mucho riesgo, pero es oportuna si queremos cerrar la brecha abierta con Lopetegui entre la ideología del Sevilla Fútbol Club y el juego del equipo. Evidentemente, la alternativa del entrenador argentino no concuerda con mi consejo anterior de pasar de un escenario de riesgo a otro de incertidumbre, no es una posición conservadora, al menos en lo deportivo, es asumir el riesgo extremo.
Pero esto no significa que sea irracional o necesariamente errónea. La trayectoria de Jorge Sampaoli está más cerca de la opción A (temporada exitosa) que de la opción B (descenso). Todo depende de cómo calculemos la probabilidad. En un cálculo de probabilidades bayesiano, la balanza se incluiría notablemente por el éxito del Sevilla Fútbol Club. Aunque en un simple cálculo frecuentista (Laplace) sería mucho más negativa la predicción. La probabilidad bayesiana tiene en cuenta no sólo la simple fórmula de la probabilidad (Laplace) en un segmento de tiempo determinado (lo que llevamos de liga en esta temporada), sino también la estimación subjetiva de la historia anterior de los agentes y otros factores contextuales. La ciencia opera con probabilidades bayesianas. La historia reciente de Sampaoli, de este equipo y de este club invitan mucho más a la esperanza que al derrotismo. Sostenido todo esto con números en la mano y más allá de cualquier pasión.
El diagnóstico de Jorge Sampaoli es que en el Sevilla Fútbol Club no hay un problema físico sino de concepción futbolística. Esta evaluación forma parte ya de la estrategia de la famosa ‘colonización mental’. El argentino sabe que la cuestión física tiene difícil o tardío arreglo (el club no tiene tiempo). Además, el equipo tiene un tipo de jugadores que, por su edad y características técnicas, no tiene entre sus virtudes la fuerza muscular. El entrenador es mucho más pragmático de lo que todo el mundo piensa y de lo que él mismo pregona. Sabe que se juega mucho en pocos días y trata de responder con las armas que posee en este preciso momento.
Cambiar la mentalidad de Rakitic o Navas es más fácil y rápido que quitarle diez años de un partido a otro. Y esto es posible modificando las expectativas del jugador y… cambiando la disposición táctica del Sevilla Fútbol Club en el campo. No es solo un asunto de creencias, sino también de adecuación entre las posibilidades y las habilidades del actual equipo. La apuesta por Jorge Sampaoli será racional si antes hemos apostado por Bayes y no por Laplace; por el susto frente a la muerte, ahora que se acerca Halloween. Parece que Monchi sigue siendo bayesiano, ¡¡es una muy buena noticia!!