La historia interminable

Sección:

El encuentro del Sevilla FC ante el Real Valladolid no hizo otra cosa que reiterar las malas noticias que viene mostrando la plantilla hispalense desde hace ya muchos meses. En el choque correspondiente a la segunda jornada de La Liga Santander, el conjunto de Julen Lopetegui no pasó del empate ante el combinado pucelano, mostrando una vez más esa imagen de equipo pobre táctica y técnicamente, nulo a la hora de generar y sumido en la desesperación que ya impera entre la afición nervionense desde hace mucho tiempo. A pesar de un buen arranque, una vez que el partido entró en la dinámica que tantas veces se viene repitiendo, los locales no fueron capaces de apenas dañar a los de Pacheta. Un guion de partido ya conocido. Una imagen desgraciadamente cada vez más propia. Una historia que, desde el curso pasado, se antoja insufrible y prácticamente interminable.

Todo quedó en un inicio decente

La realidad es que, tras la primera parte realizada por el Sevilla FC, parecía poco probable que el equipo nervionense no acabara el encuentro con buenas noticias. Los de Julen Lopetegui ofrecieron veinte minutos esperanzadores a su afición, imponiéndose así a un tímido Valladolid. Mediante una agresiva presión alta, el conjunto local combinaba bien entre líneas gracias a un buen Óliver y a un insistente Lamela, de manera más vertical de lo habitual y con Acuña y Montiel percutiendo por fuera desde bien temprano y bombardeando el área visitante con continuos centros.

Un disparo raso que sacó Asenjo a Rafa Mir tras una buena combinación con Lamela, un regalo defensivo que el murciano no supo aprovechar y un centro del argentino que se envenenó hasta tal punto de dar en el palo fueron las únicas noticias que el Sevilla FC dejó de cara a gol. A pesar de ser futbolísticamente superior durante prácticamente la totalidad de la primera mitad, la ya conocida falta de punch ofensivo mermó las opciones sevillistas de encarar la segunda parte por delante en el marcador. Aún así, el Sevilla FC no se fue con malas sensaciones a vestuarios, esperando mejores noticias de cara a portería en los segundos 45 minutos.

Julen Lopetegui, errático desde el minuto uno

Julen Lopetegui se encuentra inquieto, nervioso, superado, sin ideas. O al menos, esa es la imagen que da en base a lo que su equipo plasma sobre el verde. Las malas noticias en cuanto a su Sevilla FC no ayudan. La realidad es que el de Asteasu se equivocó varias veces a lo largo del encuentro, empezando por el once inicial. El preparador sevillista dejó sentado a Delaney, volvió a relegar al banquillo a Rakitic y decidió que fueran Oliver y Jordán los acompañantes de Fernando en la sala de máquinas.

No funcionó del todo bien. No por Oliver, quien de hecho, fue de los más destacados de la primera mitad. Joan Jordán volvió a dejar unas tristes sensaciones sobre el tapete del feudo nervionense. Lejos de ser aquel ocho que un día fue, el catalán se mostró más fallón que el resto de sus compañeros en la construcción, acelerado en la presión y ralentizando en exceso a la hora de armar el ataque tras pérdida. La viva imagen de un futbolista perdido e incapaz de rehacerse. Daba la sensación de que, con Delaney o Rakitic sentados, el ex del Eibar no era la mejor opción para dicho encuentro. O, mismamente, con el propio Papu

Porque sí, por otra parte, está el caso del Papu. Otra vez relegado a la banda. Otra vez cerquita de esa línea de fondo que tan poco agrada al argentino. De nuevo lejos de la sala de máquinas. Se volvió a ver un Papu Gómez menos decisivo de lo normal, acusando su posición en el terreno de juego. Sustituido y con cara de pocos amigos, Alejandro Gómez se diluyó poco a poco en una posición que parece que al único que no le queda claro que perjudica al equipo en general, es al entrenador. Un Julen Lopetegui que con cada paso en falso pierde credibilidad y crédito ante toda persona afín al Sevilla FC.

Segunda parte pésima del Sevilla FC

La segunda mitad fue la gota que colmó el vaso. Lejos de la competente primera parte realizada por Sevilla FC, las peores noticias para el conjunto local se acabaron consumando. Los fantasmas de la temporada pasada aún siguen presentes. Y a juzgar por la imagen del equipo, va a costar un mundo espantarlos. Porque el conjunto sevillista desesperó a su afición con una segunda mitad horrorosa. El buen hacer a la hora de combinar, la presión alta o simplemente, la intensidad de un equipo que empataba en el estreno liguero en su estadio y que necesitaba de una victoria, desaparecieron. Ni rastro de nada de esto. Por supuesto, de la faceta ofensiva no hace falta ni hablar.

Lentitud, horizontalidad en exceso, precipitación y malas decisiones en prácticamente todas las jugadas, centros y más centros al limbo. Estas fueron las credenciales presentadas por el equipo sevillista en su intento de conseguir los tres primeros puntos. Ni un ápice de intensidad. El gol del Valladolid es una muestra de esto último, más allá del acierto del jugador pucelano. Con este panorama, Julen Lopetegui buscó agitar el duelo desde el banquillo. Nada de nada.

Aportación nula desde el banquillo

El primer comando de rescate llegó con En-Nesiry y Lucas Ocampos. La aportación de ambos fue paupérrima. El argentino, desbocado, demostrando que no hay nadie al mando de ese popurrí de precipitación y malas decisiones. Ya no sólo por el hecho de que sus constantes uno contra uno se basaran en ir al choque con Sergio Escudero, que también. La entrada que hace justo delante del banquillo visitante momentos después del empate, generando la tangana que acabó con Marcos Acuña expulsado desde el banquillo, muestra la realidad de un Lucas Ocampos que no se asemeja en nada a aquel que maravilló años atrás.

Y si el ex del OM no recuerda a aquel indomable extremo que llegó a Sevilla, el caso de Youseff En-Nesiry, más de lo mismo. Tocó poco balón, pero destacó por no servir de referencia para su equipo en un momento que requería de ello y por errar prácticamente en toda jugada que participó. A su favor, definió bien ante Asenjo, pero en fuera de juego. Totalmente anecdótico. A la causa se sumaron Isco, Rakitic y Alex Telles, con actuaciones contagiadas por la desesperación y la falta de ideas del equipo. Lo dicho, desde el banquillo, cero arreglo. Ocho minutos de añadido tirados a la basura y sin acercamiento alguno por parte sevillista definen a la perfección lo que fue la segunda parte local. Más de 45 minutos sin noticias del Sevilla FC de cara a gol.

La dirección deportiva del Sevilla FC, en el foco

Por supuesto, la situación actual por la que pasa el conjunto sevillista no deja títere con cabeza. En el Sevilla FC, desde Monchi hasta Lopetegui, pasando por los jugadores, son todos responsables máximos de las malas noticias que azotan al sevillismo desde hace ya tiempo. Para nadie pasa desapercibido que, habiéndose jugado ya dos jornadas, hayan llegado únicamente cuatro refuerzos y aún queden varios deberes por hacer. La planificación sevillista, pecando de tardanza a la hora de cubrir las principales carencias y de no ser capaz de desprenderse de futbolistas que se encuentran en un segundo plano para Julen Lopetegui, queda tocada, al menos a poco menos de doce días para el cierre del mercado.

La afición ya aboga al milagro. O a varios. Principalmente, a uno que juegue en los puestos de arriba, con velocidad, desborde y gol, mucho gol, capaz de permutar posiciones. Otro que aporte ese músculo y poderío físico que no existe a día de hoy en la plantilla sevillista. Y en estas, un último esfuerzo defensivo tampoco se miraría mal. Aire fresco y juventud para un equipo totalmente caído. La afición del Sevilla FC espera de nuevo noticias en este aspecto.

Tanguy Nianzou, única noticia positiva en el Sevilla FC

Si algo se puede mirar de manera positiva en todo este entramado, es el debut del fichaje más reciente. La última incorporación del Sevilla FC fue la única fuente de buenas noticias en el encuentro. Con un sólo entrenamiento a sus espaldas, Tanguy demostró una personalidad aplastante, que junto a su capacidad de salida de balón, saltar líneas o de anticipación, dejaron bastante contenta a la afición sevillista. En lo colectivo, el francés siempre recordará con mal sabor de boca su debut. En términos individuales, no fue para nada un mal comienzo de un jugador llamado a ser uno de los pilares defensivos del Sevilla FC para los próximos años.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

¿Te gusta La Colina de Nervión? Apóyanos

A partir de solo 1€ puedes apoyar al único periódico que te informa solo y exclusivamente sobre el Sevilla FC. Tu apoyo contribuye a proteger nuestra independencia y nos permitirá poder seguir ofreciendo un periodismo de calidad y abierto para todos los lectores. Cada aportación, sea grande o pequeña, es muy valiosa para nuestro futuro e irá destinada directamente a los componentes de la redacción de La Colina de Nervión.

¡Lo último!

Un equipo extranjero reconoce su interés por Bryan Gil

Uno de los últimos canteranos del Sevilla FC que generó un gran movimiento en el mercado de fichajes fue...

Antes de irte... mira esto: