Los de Quique Sánchez Flores visitaron tierras getafenses en busca de buenas noticias para los intereses del Sevilla FC y con la obligación de avanzar de ronda en la Copa del Rey. Los de Nervión debían quitarse el mal sabor de boca por los resultados obtenidos en LaLiga y la competición copera podía ser una buena forma de hacerlo. Por todo ello, tuvieron que saltar al terreno de juego con la intensidad suficiente para lograr el objetivo marcado, los cuartos de final. Además, lo harían con más de mil sevillistas en la grada visitante. Sin embargo, en frente estuvo una afición y un Getafe CF con muchas ilusiones puestas en esta competición. De hecho, durante la primera mitad, los locales fueron muy superiores. No obstante, todo cambió durante los últimos 45 minutos, donde los hispalenses sentenciaron la eliminatoria.
Irregular primera parte con más sombras que luces
En el Coliseum, con un ambiente invernal, aunque acogedor, arrancaron los primeros 45 minutos de un partido vital para el futuro de la entidad hispalense. Por ello, el Sevilla FC entró al partido con las ideas claras y consciente de la importancia del choque. Al igual que frente al Deportivo Alavés, el dominio del esférico recayó sobre los jugadores rojiblancos, quienes trataron de presionar con las líneas más adelantadas de lo habitual. No obstante, los locales no se dejaron someterse por los intereses sevillistas. Todo esto provocó una situación de descontrol dentro del terreno de juego. En este contexto, todo podía ocurrir y así fue. Sergio Ramos, tras un centro de Suso desde el córner, remató para enviar el balón al fondo de la red.
El tanto por parte del de Camas, hizo que el Sevilla FC arrancara con muy buenas noticias. No obstante, esto provocó que el Getafe CF quisiera tomar el control del partido. Al contrario que durante los primeros diez minutos, los de José Bordalas comenzaron a adelantar la presión, haciéndose con el dominio del cuero. Por otro lado, los nervionenses cerraron muy bien los espacios entre las diferentes demarcaciones. A pesar de ello, esto no evitó que los azulones se acercaran al área hispalense. De hecho, lo hizo cada vez con más intensidad. Como consecuencia, un despiste, tanto de Sergio Ramos como de Tanguy Nianzou, acabó con el empate en el marcador llegando a la mitad de la primera parte.
A partir de este momento, arrancó un nuevo partido y lo hizo con un Sevilla FC en horas bajas después de recibir la peor de las noticias. El control que tuvo el conjunto visitante desapareció y la creación de jugadas a través de combinaciones dejó de ser una de las características de los de Quique Sánchez Flores. Mason Greenwood volvió a convertirse en el peor enemigo de los rojiblancos y, sobre todo, de Juanlu, quien no se encontró cómodo en muchos momentos. De esta manera, concluyó la primera mitad, sin que los azulones obtuvieran mucho beneficio de su dominio.
Contundente segunda mitad del Sevilla FC
Para que el Sevilla FC trajera buenas noticias de la provincia madrileña, tuvo que cambiar mucho, tanto su actitud como su juego. La primera variación llegó desde el banquillo, con la entrada de Jesús Navas. Sin embargo, fueron los atacantes los que cambiaron la situación. En concreto, Lucas Ocampos e Isaac Romero. Ambos aprovecharon los espacios a las espaldas de los atacantes azulones para concluir la jugada con el primer gol del canterano bajo las órdenes de Quique Sánchez Flores. No pudo comenzar mejor la segunda mitad. Sin embargo, no hay dos sin tres. Con algo de fortuna, Djibril Sow se llevó un rechace y la jugada concluyó con un remate, de nuevo, de Isaac Romero, desde el punto de penalti, que acabó dentro de la portería de David Soria.
Después de una hora de partido, el conjunto visitante se sintió cómodo por primera vez sobre el terreno de juego. Por el contrario, los de José Bordalás no fueron capaces de reaccionar tras los dos mazazos recibidos. A partir de los carriles laterales intentaron crear peligro, pero tampoco consiguieron contactar con Borja Mayoral de esta forma. Pasado el ecuador de la segunda mitad, nada cambió en el Coliseum. Mucho tuvo que ver la buena colocación de los zagueros del Sevilla FC, aunque todavía tuvieron mucho trabajo.
De esta manera y en esta situación, llegó el encuentro a sus instantes finales. Una defensa rocosa por parte del Sevilla FC evitó que recibieran malas noticias, en forma de goles en contra. Además, los visitantes fueron capaces de mantener el control y la concentración. La bala ofensiva de los hispalenses pasó a ser la búsqueda de contras, mientras que la de los azulones continuó buscando el peligro a través de los centros. Ya en el descuento, el Getafe CF apuró hasta el último minuto, sin mucha suerte de cara a puerta. Finalmente, los de Quique Sánchez Flores estarán en el sorteo de los cuartos de final, después de un partido muy serio de los rojiblancos.
Los goles del Getafe CF – Sevilla FC
0-1 (Minuto 8): Suso, a través de una jugada a balón parado, centró el esférico hacia el área chica, donde estuvo Sergio Ramos muy contundente de cabeza para adelantar a los hispalenses.
1-1 (Minuto 22): Balón al espacio de Greenwood, el cual recibió Jaime Mata a las espaladas de los centrales sevillistas. El atacante madrileño no desaprovechó el mano a mano contra Alberto Flores y definió de volea ante el canterano rojiblanco.
1-2 (Minuto 47): Lucas Ocampos apuró todas sus opciones y antes de que saliera el balón por la línea de fondo, centró el esférico para que Isaac Romero rematara solo frente a David Soria.
1-3 (Minuto 55): Djibril Sow se llevó el rechace de los defensores del Getafe CF y centró el balón a placer para que Isaac Romero marcara su doblete particular.
Vuelta al infierno, vuelta a LaLiga
El Sevilla FC sobrevivió en el Coliseum y logró el pase a cuartos de final en la Copa del Rey. Los sevillistas pueden ilusionarse con esta competición, al menos, de momento. Sin embargo, los de Quique Sánchez Flores no pueden dejar de lado la competición doméstica, donde se encuentra en una situación límite. Próximo rival, el líder, el Girona FC. Los nervionenses tendrán que hacer frente a uno de los rivales más complicados de la competición, pero su cercanía al descenso hace que, ni tan siquiera esto, sirva de excusa. Dos victorias consecutivas pueden ayudar, no solo a nivel de resultados, sino anímicamente.