Nueve meses y 16 partidos oficiales después, el Sevilla FC es el único equipo de Primera invicto en su casa en 2017. Tras el encuentro frente al Éibar, los de Berizzo acumulan 19 partidos sin conocer la derrota en su feudo. De estos 19, 16 han sido en este año. Entre ellos se encuentran partidos de Copa del Rey, Champions y Liga.
Desde noviembre
Aquel partido de Champions que enfrentó al Sevilla y a la Juventus fue el último encuentro que el Sevilla perdió en su casa. Desde entonces lleva el Sevilla cerca de diez meses invicto en Nervión. Curiosamente el equipo hispalense cosechaba una racha de tres derrotas consecutivas en casa. Barça, Boca Juniors y Juventus se llevaron una victoria de sus respectivas visitas a Sevilla. Pero las tornas cambiarían y Valencia, Málaga y Formentera se verían superados por el conjunto hispalense.
Y comenzaba un nuevo año frente a un rival de peso: el Real Madrid. Partido de vuelta de Copa del Rey con una eliminatoria casi sentenciada. El intenso partido acabó con empate a tres y la polémica de Sergio Ramos, que calentaba el siguiente partido de Liga. Porque el siguiente rival del Sevilla fue también el Real Madrid. Victoria por dos goles a uno con aquél recordado gol de Jovetic en el descuento.
Tras esto hubo que espera tres semanas para volver a ver un nuevo partido en casa del Sevilla. Este encuentro enfrentaba a Sevilla y Villarreal y terminó con empate a cero. Pero el ambiente empezó a ponerse tenso en Nervión y la discordia Directiva – Biris se trasladó al campo.
Pese al ambiente, invictos
Jugaba el Sevilla frente al Éibar en lo que parecía un cementerio. La prohibición de la entrada de la pancarta de Biris supuso el cese de animación. Esto se notaba en el césped y los propios jugadores lo sabían. La victoria por dos goles a cero frente al Éibar sería el comienzo del mes negro en Nervión. Tras esto llegó el ansiado partido de Champions frente al Leicester. Una victoria por dos goles a uno que supo a poco. Esta eliminatoria acabó con la eliminación del Sevilla en el partido de vuelta.
Llegó el Athletic de Bilbao a Sevilla para salir derrotado del feudo sevillista. El equipo de Nervión ganó por un gol a cero y seguía acumulando partidos invictos en casa pese a su pobre juego. Tras este partido se dieron dos empates consecutivos, frente a Leganés y Sporting, que hicieron saltar las alarmas en el club hispalense. Dos rivales inferiores que llegaron y sacaron un punto frente a un pobre Sevilla.
Al solucionarse el conflicto con los Biris y volver el ambiente a Nervión, el Sevilla acumuló tres victorias consecutivas. Depor, Granada y Celta sufrieron el vendaval rojiblanco y salieron derrotados del Ramón Sánchez Pizjuán. 4-2, 2-0 y 2-1 fueron los resultados respectivamente. El siguiente partido enfrentó al Sevilla con la Real Sociedad y acabó con empate a uno. El Sevilla se despedía de la tercera plaza. Para acabar la temporada el club hispalense se dio un festín y goleó al Osasuna por cinco goles a cero para cerrar una temporada para el recuerdo.
Nueva temporada, misma dinámica
Cerró el Sevilla la temporada 2016/2017 invicto en casa desde noviembre. Y sin perder un solo partido en lo que había transcurrido de año. La primera prueba de los hispalenses era un partido no oficial que aun así se cerró con victoria. La Roma de Monchi salió derrotada por dos goles a uno en el primer encuentro del Sevilla en casa tras el verano. Y empezó la Liga justo como el año pasado, frente al Espanyol en casa. El Sevilla, con muchas rotaciones y pensando en Champions, sólo pudo rascar un empate a uno frente a los pericos.
El partido de Champions llegó y el Sevilla empató a dos goles frente al Istanbul Basaksehir, clasificándose así para la fase de grupos. Tras el parón de selecciones y unos partidos en los que no estaba destacando por su juego, el Sevilla recibió y goleó al Éibar. Un 3-0 en el mejor partido de los hispalenses en lo que va de temporada.
16 partidos oficiales en este año disputados en casa, 0 derrotas. Un dato que los rivales que visiten Nervión tienen que tener en cuenta. El Ramón Sánchez Pizjuán nunca ha sido un campo fácil y los números lo demuestran.