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VÍDEO | Los diez goles imprescindibles del Sevilla FC en el año 2020

Será difícil dejar pasar un año como este en el que el sevillismo ha podido encontrar en los triunfos de su equipo el bálsamo necesario para sonreír. La entidad hispalense vuelve a sumar un año histórico en el que las palabras victoria y progreso han vuelto a hacer brillar las barras de un escudo cada vez más visible en el panorama futbolístico planetario. Termina este 2020 y empieza un año nuevo con la promesa de mayor prosperidad y, por ello, La Colina de Nervión trae los goles que han hecho de este un año histórico para el Sevilla FC.

El primero de una racha histórica

El 16 de febrero, el conjunto de Julen Lopetegui saltaba al Sánchez-Pizjuán para rectificar su mal partido en la derrota contra el Celta de Vigo por 2-1 en la jornada anterior. El Sevilla FC estaba pasando por un momento de cierta crisis en el que la intensidad mostrada a principios de temporada estaba decayendo, y con ella el ánimo de los jugadores y los nervios de una afición sevillana que comenzaba a tornar la vista hacia el banquillo. En aquel encuentro contra el RCD Espanyol, el encargado de abrir el marcador sería Lucas Ocampos. Corría el minuto 15 de la primera parte cuando, desde la derecha, al argentino le cayó un balón de Suso que remató de cabeza al palo largo.

Lo que nadie sabía entonces al salir del campo, refunfuñando por el empate final, es que aquel tanto sería el primero de una racha de 19 partidos sin conocer la derrota, hasta la final de Supercopa contra el intratable Bayern de Múnich; y de una ráfaga de choques invictos en LaLiga que rompió el Granada CF el pasado 17 de octubre, 18 fechas después. Todo un récord.

El gol del pase a los octavos de Europa League

Cuatro días después, el Sevilla FC se encontraba a unos tres mil kilómetros de casa, atacando a la desesperada el área de un CFR Cluj que, cuando salió en el sorteo, significó un suspiro de alivio para unos y el inicio de la crónica de una despedida anunciada para otros. Sin embargo, un gol de los rumanos en el 59 tensó a un equipo sevillista que no estaba realizando un buen partido. Pese a ello, la insistencia del Sevilla tuvo sus frutos cuando, en el minuto 82, uno de los tantos tiros a la desesperada desde fuera del área, consiguió pasar el muro granate. El disparo fue de Rony Lopes, el cual acabó en los pies de De Jong, que se la dio a En-Nesiry para empujarla.

Con el empate, los hispalenses consiguieron superar una eliminatoria que más de uno vio negra cuando, en la vuelta, los de Cluj consiguieron adelantarse en el marcador gracias al fallo de un Bono del que pocos apostaban por verlo hoy como titular con la camiseta sevillista. Bajo estas condiciones, con el gol de En-Nesyri, el Sevilla FC pasaba sudando sangre a los octavos de final de su sexto entorchado.

El último gol que hizo retumbar el Sánchez-Pizjuán

El mes de marzo se inauguró con el partido liguero, en feudo sevillano, contra el Osasuna FC. Y fue uno de esos encuentros demenciales. Cuando el cuarto árbitro levantaba la tablilla con ocho minutos de descuento, el marcador indicaba un empate a dos. El Sevilla FC estaba volcado buscando el gol que le diera los tres puntos; y tanto fue el cántaro a la fuente, que, tras una enrevesada jugada al borde del área rojilla, el esférico le llegó a un Navas que sacó un centro pasado al segundo palo. Este lo redirigió Koundé de un cabezazo a la zona del portero en la que estaba En-Nesyri, que solo tuvo que empujarla.

Restaban cuatro minutos, y la hinchada se volvió loca y unió en un solo grito la algarabía del momento. Por entonces, la situación con la Covid-19 se estaba volviendo descontrolada y ya corrían los rumores sobre los cierres de los campos, pero nadie sabía que ese gol sería el último que, hasta día de hoy, la parroquia sevillista pudo celebrar junto a los suyos.

El primer gol del Sevilla FC posconfinamiento

Algo más de dos meses después encerrados en casa, los focos volvían a encenderse y las cámaras a enfocar un campo de fútbol en España. El destino fue entonces caprichoso y decidió que el partido para el reencuentro con la caprichosa fuera El Gran Derbi, aquel recordado 11 de junio. El choque resultó ser una batalla de emociones que resultó con el Sevilla FC como claro vencedor de un encuentro en el que los goles los pusieron Ocampos y Fernando. El argentino ya había avisado con un disparo a la cruceta y en el minuto 56 no perdonó. El de Quilmes transformó un penalti provocado por Bartra sobre De Jong, engañando a Joel Robles, y consiguió que el eco de los balcones nervionenses se escuchara en toda la ciudad.

El tanto que certificó la plaza Champions

https://www.youtube.com/watch?v=jmw7bYFLsng

Pasado un mes de la reanudación del campeonato doméstico, el Sevilla se enfrentaba a las últimas jornadas con el objetivo de terminar en puestos de Liga de Campeones. Meta que consiguió a tres fechas de la conclusión. Al Sevilla FC, gracias a los goles de Ocampos de penalti y En-Nesyri en el 84 contra el RCD Mallorca, solo le restaba esperar a lo que hiciera el Villarreal. El submarino amarillo terminó sucumbiendo ante la Real Sociedad, y el gol del marroquí, vaselina cuya parábola fue imposible para Reina, a pase de Bono, sirvió para cerrar el partido y sellar un objetivo con el que el conjunto hispalense partía como deber y por el que había estado remando toda la temporada.

El gol que abrió la lata contra la Roma

Y así, a principios de agosto, el equipo sevillano encaraba la recta final de campeonato. Con los deberes hechos en LaLiga, la expedición sevillista tomaba rumbo a la germana localidad de Duisburg para comenzar un periplo de cuatro partidos para levantar su sexta Europa League. El primero de los escollos, AS Roma, llegaba a la cita más rodado y en racha; pero, sin embargo, el Sevilla FC se selló las cinco estrellas en la manga e impuso su tan conocida hegemonía en dichos trances. El marcador lo inauguró Reguilón que, realizando en el 22 un magnífico control orientado de pecho a un preciso cambio de juego de Banega, consiguió dejar atrás a Bruno Peres y Roger Ibáñez, y venció por bajo a un Pau López incapaz de atajar el ímpetu del madrileño, que se le presentó como una exhalación.

Con este, el primero de dos goles que conseguiría aquella tarde el Sevilla FC, el conjunto de Lopetegui cerraría la clasificación a cuartos de final realizando uno de los mejores partidos de la temporada, donde supo conjugar a la perfección sus máximas señas de identidad: intensidad, seguridad y control del juego.

La diana contra el Wolves

El siguiente pico del puerto europeo, cinco días después, era el sólido equipo británico. Los lobos, llegaban a la cita en una racha positiva y mostrando a Adama Traoré y Raúl Jiménez como los colmillos más afilados de sus fauces. Y tanto fue así que, en una de las primeras jugadas del encuentro, Diego Carlos solo pudo parar al extremo con un penalti, acto seguido bloqueado al mexicano por un Bono que empezaba a ser crucial en la carrera por el título. El partido transcurrió con control de los dos conjuntos hasta que, en el minuto 88, cuando ya los aficionados empezaban a especular con las uñas de cara a la prórroga, un balón centrado al corazón del área por Banega lo peinó Ocampos del primer al segundo palo de Rui Patricio y alzó al hispalense hasta las semifinales.

Los goles de la remontada al Manchester

El 16 de agosto, cambió el escenario –de Duisburg a Colonia- pero no la dinámica ganadora del equipo. El Sevilla FC saltaba al verde del RheinEnergieStadion para plantar cara a todo un histórico como son los reds, y, en este caso, fueron los goles de Suso y De Jong los que respondieron al inicial de penalti transformado por Bruno Fernandes.

En el primero, el gaditano remató un centro raso de Reguilón desde la zurda. El balón se paseó por el área pequeña y Suso apareció por su banda para colocar al palo corto el gol que iniciaba la heroica. Tras este, el Manchester United llegó a tener sometido a un Sevilla que, si no llega a ser por Bono, no hubiera salido vivo del envite. Sin embargo, pasado el peor momento del partido, nadie de la expedición sevillista, sabiendo de las hazañas que es capaza el equipo andaluz, cerró las maletas y, en el 78 De Jong empujó con el interior de su bota izquierda un centro de Navas. Con este, el holandés certificó el pase a otra final europea para el compuesto hispalense. El Sevilla FC lo había vuelto a lograr.

Los goles del Sevilla FC en la final

Y llegó el día. El Sevilla saltaba, el ya tatuado en la memoria del sevillismo 16 de agosto, al césped del coliseo de Colonia para disputar su sexta final de Europa League ante el Inter de Milán. Y, de nuevo, como una rutina más a la que hacer frente por el plantel del Lopetegui, un penalti de Diego Carlos en los primeros compases de juego obligaba a su equipo a remar a la contra. Pese a ello, el Sevilla FC supo asentarse y Lucky Luuk De Jong consiguió consagrarse como el ariete que la parroquia blanquirroja llevaba aguardando durante toda la temporada y anotó dos goles. El primero, el que metió a su equipo en la final, a otro centro de Navas que el holandés, colándose entre Vrij y Godín, remató de cabeza.

La segunda parte, a diferencia de los vaivenes de la primera, se terminó resolviendo a favor del equipo hispalense. En el 74, tras rechazar la defensa nerazzurri un tiro libre de Banega al corazón del área, Diego Carlos, acalambrado desde hacía varios minutos, consiguió levantar la pierna hasta donde nadie pudo y, con una chilena, devolvió un balón fuerte y bajo que Lukaku no pudo despejar fuera de los palos de su propia portería. El conjunto nervionense volvía a ser campeón de la Europa League y toda una temporada de altibajos, de sufrimiento e incertidumbre, tomaba sentido con un gesto que parece venir de serie al enfundarse la elástica sevillista: levantar el entorchado.

El billete al sorteo de octavos de Champions

https://www.youtube.com/watch?v=T0o_3DvuWII

Ya en la presente temporada, y fruto del gran curso pasado, el Sevilla FC encaró la fase de grupos de la Liga de Campeones. Aunque su papel en LaLiga estaba siendo más irregular, en la máxima competición europea el conjunto de Lopetegui se mostró sólido, enlazando buenos resultados. Sin embargo, en su visita al feudo del Krasnodar, el 24 de noviembre, las cosas se complicaron y, hasta el minuto 95, el Sevilla FC no consiguió superar el empate a goles y dar con el pase a octavos de final a falta de dos jornadas de terminar dicha fase de grupos.

En esta ocasión, la capa de héroe se la enfundó Munir, que tras una irrupción por el medio de En-Nesyri, este abrió a la banda donde la esperaba su compañero. Munir se la acomodó para el remate con la izquierda, pero este fue a parar a las piernas del defensor. Tras esto, el rebote, otra vez en posesión de Munir, fue orientado con el pecho hacia delante y terminó remachado con rabia al palo largo con la diestra.

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