El Sevilla volvió a vencer en la competición doméstica a costa del CD Leganés. Los pepineros tan solo habían encajado tres goles hasta la fecha y en el Sánchez Pizjuán, el Sevilla convirtió dos tantos para llevarse los tres puntos. Pese a encadenar dos victorias consecutivas (Cartagena y la de la noche del sábado), el conjunto de Berizzo sigue sin presentar una buena imagen salvo en momentos puntuales del partido.
Pablo Sarabia, el MVP
Si la noche tuvo algún protagonista en concreto fue Pablo Sarabia. El ex del Getafe se reivindico en un once que contaba con las ausencias de Jesús Navas y Nolito. El madrileño partió desde la banda derecha y acabó el partido de lateral por la lesión de Corchia. La asistencia en el primer gol y el gran tanto que firmó en el segundo lo convirtieron en el héroe rojiblanco. Una actuación en la que volvió a mostrar su mejor versión y pide paso en el once de Berizzo.
Falta de acierto
Una vez más -y está empezando a ser costumbre- el Sevilla perdonó demasiado en el área rival. Después del 2-1, los nervionenses pudieron equidistar aún más el marcador. Un aspecto que pasó a un segundo plano porque el Leganés no pudo generar más peligro. Ben Yedder, Banega y Nolito, entre otros, disfrutaron de varios balones en el área pepinera para cerrar el partido. Esta situación ya la ha acusado el Sevilla en citas anteriores y la falta de puntería puede convertirse en un problema mayor.
Sensaciones
Después de una primera parte descafeinada donde el Sevilla no pudo romper la línea defensiva madrileña, el segundo tiempo marchó algo mejor. Si bien el Leganés empató pronto el partido, el Sevilla volvió a adelantarse con cierta rapidez. Esta mejoría hizo posible que los tres puntos se quedasen en Nervión, pero al Sevilla le sigue faltando ese toque de chispa y un notable aumento del estado físico. En la recta final del choque, se vieron varias jugadas combinativas que recordaban al mejor Sevilla, aunque aún queda mucho trabajo por delante para afrontar una semana clave: Spartak de Moscú y FC Barcelona.