El Sevilla consiguió la clasificación a octavos de la Europa League ante el Cluj tras un partido muy gris. Los de Lopetegui estuvieron al borde del abismo después de que en el minuto ochenta y seis el VAR anulara un gol a los rumanos por una mano previa.
Partido para olvidar
Tanto el Sevilla como el Cluj tuvieron ocasiones para abrir la lata en el encuentro; los sevillistas, en la primera, parte rozaron el gol con los disparos de Reguilón, Ocampos y Koundé, respectivamente. Por otro lado, los visitantes gozaron de hasta tres oportunidades seguidas en los últimos compases también en la primera mitad.
La falta de gol del equipo hispalense afectó a la eliminatoria, que hasta el suspiro final del partido de vuelta estaba abierta. De Jong sigue sin ser ese delantero goleador que la afición hispalense tanto echa en falta.
Bono, salvado por el VAR
El portero marroquí no lo hizo mal, pero su fallo en el gol rival pudo costar el partido y la eliminatoria. Solo el VAR impidió que esto ocurriese tras anular el tanto de Paun por mano previa de Traoré. Un error, que a estas alturas y jugándose una clasificación, no se puede permitir.
Sus pocos minutos con la camiseta del Sevilla pueden ser la causa de su poca seguridad, por ejemplo, para salir de debajo de los tres palos a despejar balones aéreos. Queda mucho que trabajar para un Bono que ayer no salió contento del feudo sevillista.
Suso, a lo suyo
El gaditano volvió a demostrar una vez más al público de Nervión por qué Monchi decidió ficharlo. Con mucha movilidad y ritmo arriba y poniendo centros impecables que pudieron acabar en gol. Ya en la segunda parte no estuvo tan activo, clara consecuencia del bajón futbolístico que vivió su equipo. Además, tuvo que ser sustituido por Nolito por molestias. Aún así, el Sánchez Pizjuán volvió a disfrutar con su magia y con sus numerosos destellos de calidad. Fue de los pocos que dió la talla en este sufrido Sevilla-Cluj.