El Sevilla FC cerró su tercer partido copero de la temporada ante el Leganés con ciertos apuros, partiendo de inicio con su cara B. El devenir del encuentro estuvo marcado por un manso dominio sevillista y una clara falta de intensidad especialmente en la primera mitad determinantes para que el choque tuviera que extenderse por 30 minutos más. Ya en la prórroga, la gestión de Lopetegui surtió efecto para abrir la lata y afianzar la presencia en el bombo de octavos.
Un Sevilla FC espeso
El cuadro de Nervión dejó entrever su versión más light durante los primeros 45 minutos, con un juego basado a partes iguales en el toque y la previsibilidad, incapaz de incidir sobre el sólido posicionamiento defensivo de los madrileños. Así, el conjunto de Lopetegui basculó sin rumbo, ejerciendo un dominio sin peligro que no trascendió más allá de la posesión. En definitiva, el Leganés supo ahogar durante gran parte del encuentro la salida de balón de la escuadra sevillista, dificultando con creces el protagonismo de perfiles atacantes como los de De Jong y Munir, prácticamente nulos en el juego. Dicha situación finalmente fue revertida en el tramo final de los minutos reglamentarios, donde el partido quedó abierto sucediéndose numerosas ocasiones por ambas partes. Por consiguiente, una vez más se evidencian las carencias del Sevilla FC para ver puerta ante conjuntos replegados.
Julen Lopetegui y la fórmula del banquillo
El Sevilla FC mostró una clara falta de profundidad, negado a la hora de encontrar espacios. Todo ello, ante el férreo bloque impuesto por Martí, que se mostró relativamente cómodo durante el grueso de los 90 minutos. Por consiguiente, se hizo necesaria más intensidad y presión por parte de los menos habituales. Dichos aspectos, tan solo salieron a relucir una vez que Julen Lopetegui movió ficha tirando de pesos pesados como Ocampos, Suso, Acuña y Koundé. Los mismos, aportaron la verticalidad que necesitaba el conjunto sevillano, la cual se tradujo en el único gol del encuentro ya en el tiempo de prórroga. Así, empiezan a acrecentarse las dudas que envuelven al fondo de armario del Sevilla FC, las cuales podrían ser determinantes para tantear a ciertas caras nuevas en el mercado invernal, si bien se aproxima el tramo más duro de la temporada.
Idrissi y Óliver, los destacados
Idrissi y Óliver fueron las piezas más destacadas del partido por parte del Sevilla FC. El marroquí, fue el perfil más destacado en ataque, mostrando desborde y capacidades combinativas. De sus botas partió una de las ocasiones más claras, tras efectuar una buena pared con Munir desde el flanco izquierdo. En lo relativo a Óliver, cabe destacar al extremeño como el faro del Sevilla FC, siendo el futbolista más participativo y el que aportó ideas más claras para desatascar el juego. Puso la guinda a su partido sirviendo el gol en bandeja de plata a Ocampos, con un pase bombeado que permitió al argentino ganar la espalda de la defensa y adjudicarse así su primer tanto de la temporada lejos de los once metros. De este modo, el buen papel de ambos futbolistas equivalen a lo mejor que el sevillismo pudo sacar el clave positiva de los dieciseisavos de Copa.