El Sevilla logró una abultada victoria contra el Real Madrid en su estadio en un encuentro sensacional. En tan sólo cuarenta minutos, los de Pablo Machín habían vapuleado a un conjunto merengue que en ningún momento se encontró en el partido. El equipo nervionense salió al campo con las ideas muy claras y sabiendo que puntos debía presionar al máximo. Con especial atención sobre Kroos y Casemiro, el Sevilla fue una máquina de robar balones en campo rival, lo cual propició una gran cantidad de contraataques.
Presión al Madrid
Sin necesidad de atosigar a la línea de centrales, el Sevilla dispuso en el mediocampo a tres futbolistas que lograron incomodar la salida de balón del Real Madrid. De los 15 balones que perdieron los de Lopetegui, 6 de ellos se produjeron en su propio campo. Estos balones fueron cortados por el Sevilla, tanto en el mediocampo como por la banda derecha, donde Navas fue un verdadero puñal. Esto dió lugar a que se produjeran más tiros a portería por parte sevillista. 7 tiros por 3 del Real Madrid. Incluso, el Sevilla fue capaz de superar a su rival en una de sus principales virtudes: el contraataque. El conjunto nervionense realizó 3 contraataques exitosos, por tan sólo 1 del Real Madrid que acabó en tiro a portería.
Bloque compacto
Al tener claras las ideas de juego, el conjunto nervionense propuso un sistema que le permitió desarrollar los robos de balón con mayor facilidad. Con 3 centrocampistas (Banega, Franco Vázquez y Sarabia) presionando la salida de balón, el Real Madrid tuvo enormes dificultades para iniciar su juego. A todo ello también colaboraron los dos arietes que darían la victoria sevillista, André Silva y Ben Yedder. Por otro lado, las bandas estaban muy bien cubiertas, principalmente por un Arana que llegó a interponerse hasta en 4 ocasiones. El bloque sevillista, manteniendo las líneas muy juntas, realizó hasta 26 despejes, algunos de ellos con oportunidad para que el equipo pudiera salir de su propio campo.
Incómodo y contundente
En definitiva, el Sevilla cuajó un gran encuentro con un planteamiento solvente. Manteniendo al equipo muy junto, pero con posibilidad de salir rápidamente al contraataque y controlando la línea medular del Real Madrid. Ahí es nada. No obstante, el gran esfuerzo físico no habría sido nada sin el acierto goleador de sus dos delanteros. La efectividad tanto de Ben Yedder y André Silva volvió a ser clave. Con 4 tiros cada uno y 1 gol para el francés con otros 2 para su compañero en la delantera, el Sevilla logró un maravilloso triunfo en su estadio.