El Sevilla FC dejó noticias muy decepcionantes tras su empate a domicilio in extremis frente al VfL Wolfsburg. Los de Julen Lopetegui mostraron una versión espesa y discreta, bastando tan solo los últimos quince minutos para sumar un punto en un partido más igualado de lo previsto. En el Sevilla Fútbol Club faltó producción ofensiva y falló en la dirección de campo, factores que resumen el pésimo partido de los hispalenses.
El Sevilla FC reaccionó demasiado tarde
La tropa de Julen Lopetegui no creyó en los tres puntos hasta los últimos quince minutos, tramo en el que se produce el penalti sobre Lamela y la expulsión de Guilavogui. Antes de esta acción, el Sevilla FC dio noticias y sensaciones preocupantes en el Volkswagen-Arena.
En el plan nervionense, el técnico sevillista renunció la verticalidad y el acoso ofensivo, a cambio de un dominio conservador de cara a desgastar al VfL wolfsburgen lo físico. Para sorpresa de Julen Lopetegui, el trabajo de los de van Bommel fue similar durante la primera parte hasta el gol, en el cual el Sevilla Fútbol Club comete un error de bulto con una segunda jugada imperdonable en la Liga de Campeones.
Gracias al argumento que el cuadro andaluz manifestó en VfL wolfsburg, la producción en ataque fue inexistente. La razón principal, el juego por dentro. Ni Papu Gómez, ni Jordán tuvieron la capacidad para hacer frente a la medular alemana y sus bazas físicas. Además, los extremos tampoco colaboraron, tanto que incluso impedían que los desdoblamientos de Jesús Navas o Acuña dieran más de sí. Hasta la entrada del Coco Lamela, una vez más el mejor del partido junto a Bono, las noticias ofensivas del Sevilla FC no existieron.
Julen Lopetegui no dio con la tecla
El entrenador nervionense no tuvo su mejor gestión del encuentro. Tras el gol de Steffen, Julen Lopetegui tiro de su habitual capacidad para revolucionar los encuentros desde la dirección de campo. Sin embargo, esta no fue acertada.
Para el técnico del Sevilla FC, la solución estaba en cambiar el dibujo y dar entrada a Rakitic y Erik Lamela. Desafortunadamente, esto fue contraproducente para los hispalenses, yendo el balón de un lado a otro y sin sentido alguno en cada oportunidad que se superó el centro del campo. No existía un generador de juego al desplazar a Papu Gómez a la banda y, por ende, la falta de ideas fue a más. Hasta la salida de Joan Jordán, que provocó una nueva modificación en el esquema, el Sevilla FC no mejoró sus noticias en el juego. Los cambios no fueron los más adecuados para el contexto, hecho insólito en la figura de Julen Lopetegui.
Sumar de tres es un deber
Por segunda vez consecutiva, el Sevilla FC se llevó un punto con lo mínimo. En quince minutos, los hispalenses hincaron los codos para evitar una catástrofe mayor en su vida en el grupo G. El cuadro blanquirrojo tuvo incluso la oportunidad de llevarse la victoria, si no fuera por una falta en ataque de Rekik en el descuento.
El punto es positivo en lo matemático. Ahora, en cuanto a sensaciones y progresión, no. Esta plantilla da para mucho más de quince minutos de arrebato en Liga de Campeones. Si el Sevilla Fútbol Club no pone remedio a las sensaciones que transmitió frente a Salzburg y VfL wolfsburg, la historia hispalense en Europa va a ser más corta de lo esperado. La máxima competición intercontinental no espera a nadie.