El Sevilla Atlético de Tevenet pasa por su momento más delicado desde su vuelta a la división de plata en la temporada 2016/2017. El equipo no consigue obtener buenos resultados y se encuentra como colista de segunda división, siendo el único que no ha conseguido una victoria en esta temporada. Estos resultados cada vez son más alarmantes y se debe buscar de inmediato una solución.
Parece que Tevenet no ha conseguido dar con la clave para llevar a lo más alto al filial. Los números obtenidos durante estas diez jornadas son un claro reflejo de que las cosas no funcionan bien dentro del equipo sevillista. El equipo no consigue generar goles, teniendo un total de cuatro goles a favor a lo largo de la temporada. También es muy grave el número de goles en contra, que refleja que nada funciona bien dentro de la zaga rojiblanca.
El margen de error del entrenador sevillano empieza a agotarse y de no mejorar abandonará el banquillo rojiblanco. Desde hace algunas semanas son ya varios nombres los que suenan como posibles sustitutos ante la marcha de Tevenet. Pero el que más se oye y sin duda más alegría generaría dentro de la afición sevillista por el cariño que le guardan es el del uno de los mejores porteros de la historia del Sevilla FC, Andrés Palop. Se le ha podido ver en varios partidos del filial observando cómo es el juego de los nervionenses.
Si comparamos los dos inicios de temporada en Segunda División veremos que hay importantes diferencias. Durante la última campaña de Diego Martínez al frente del banquillo del filial, en la jornada diez, el equipo contaba con un total de catorce puntos habiendo logrado tres victorias frente a Córdoba, Zaragoza y Huesca. Estos resultados generaban alegría e ilusión todo lo contrario a los de este año que solo pueden generar preocupación. Tevenet puede tener su última oportunidad de permanecer en el banquillo sevillista en el partido de la onceava jornada frente al Zaragoza. Ya que si el filial sigue sin conseguir una victoria, debería ser destituido.
Tevenet no tiene capacidad para dirigir a ningún equipo de fútbol.