Los de Nervión continúan sin ganar fuera de casa. Como una escopeta, los de Emery, disparán en cada estadio lejos del Sánchez, pero como si de una pistola trucada se tratase, no consiguen matar. Y ya van 30 jornadas, y solo quedan 8.
Eso sí, los sevillistas son los que más han empatado como visitantes, suman nueve, dos más que el Deportivo. Circunstancia que le ha permitido no ocupar los puestos de descenso teniendo en cuenta los partidos fuera de casa. Y el problema no ocurre con rivales claves como ocurrió en el Bernabéu o en el Camp Nou, a estas alturas cualquier campo parece difícil de asaltar. El quinto puesto, el pase a semifinales en la Europa League, y en general la trayectoria en el feudo esta temporada, maquillan la situación. Sin embargo, está claro que algo falla en las salidas del equipo.
El inicio del camino…
La temporada como visitante comenzó en La Rosaleda. Fue un partido bastante decepcionante por un lado pero que no dejó de ser celebrado por otro. Ya que el conjunto nervionense se condenó él solito y, dejó escapar los puntos por dos razones principalmente, los fallos, los tres de Gameiro, en ataque, en tres ocasiones muy claras; y el de N’Zonzi, que se autoexpulsó de forma absurda.
Al soso partido frente a los de Gracia le seguría, un nuevo empate. Sí, el segundo, algo que entonces parecía normal, ya que al comienzo de temporada los equipos necesitan arrancar. Fue contra el Levante, nuevo tropiezo de los hombres de Unai en un partido que parecía tener controlado en todo momento y en el que, a pesar de no realizar un juego vistoso, el equipo rindió a buen nivel y mostró síntomas de mejoría. Dio un paso adelante al conseguir marcar fuera de casa, en el minuto 12 se adelantaron, gracias a la obra del francés N’Zonzi tras un disparo lejano, pero se dejó escapar los tres puntos en la segunda parte.
La derrota en las Palmas
Jornada quinta, 2-0, la cosa empezó a cansar. Tercer partido fuera de casa y esta vez, vuelta a Sevilla sin un solo punto. Se pudo ver un equipo sin alma, sin intensidad y sin idea de juego. El Sevilla que salió de inicio con un once titular tan novedoso como inefectivo dejó los tres puntos en la isla para los de Setién que poco tuvieron que hacer para superarlos.
Vuelta al empate, la derrota y el empate
De nuevo 1-1, esta vez contra el Eibar. En Ipurúa, mejores sensaciones, pero tarde. Los de Emery reaccionaron, pero fue tal el volumen de ocasiones en la segunda parte que desperdició el equipo nervionense que en realidad debería haber sumado los tres puntos.
Jornada décima. El Sevilla, cayó de nuevo ,2-1, frente al Villareal. Despertó a un cuarto de hora del final, cuando perdía 2-0 y jugaba con uno menos. Konoplyanka puso en jaque la cómoda ventaja local, Llorente acortó distancias y se rozó el empate en varias oportunidades claras. Los de Emery dejaron escapar tres puntos con el que a día de hoy es su máximo rival en la consecución de la cuarta plaza.
Parecía que la cosa iba a cambiar, en esta ocasión llegaban con buenas sensaciones, venían de ganar al Real Madrid 3-2 en casa, victoria que situaba al Equipo en la décima posición con 15 puntos. Pero de nuevo la pistola volvió a fallar, fue en Anoeta, donde los de Emery recibieron dos tantos sin encontrar una forma de salir del bache para mirar hacia arriba en la tabla.
Y llegó la siguiente jornada en casa, victoria ante el Valencia y vuelta a la feria, donde los balines siguieron sin dar en la diana. Jornada décimo-cuarta, empate frente al Depor, 1-1. En Riazor el equipo fue siempre al frente, sin tener la lucidez suficiente para hacer daño de verdad, pero con mucha voluntad.
El derbi (0-0)
A pesar de que el Betis partió conocedor de la necesidad de dar hasta la última gota de sudor y el Sevilla consciente que tendría más ocasiones para matar el encuentro, jugaron ambos conjuntos. Gameiro tuvo las dos mejores ocasiones del partido, pero no pudo superar a Adán en respectivos mano a mano. Y continuó la historia: Los Cármenes (2-1), el Calderón (0-0) y Celta (1-1).
Vallecas, el líder y la salida al Coliseum Alfonso Pérez
Frente al Rayo, los de Emery llegaron sin miedo, y ya acostumbrados a la situación, ¿porqué no probar otra vez? Llegaban tras la Contundente victoria ante el Molde FK en el partido de ida de los dieciseisavos de final de la Europa League. Sin embargo, el Rayo no se quedaba atrás ya que encadenaba cinco partidos ligueros sin perder. El encuentro finalizó 2-2.
En el Camp Nou, los hispalenses se adelantaron en el marcador y plantaron cara al FC Barcelona hasta el final. El partido terminó con la sensación de que el empate estaba más cercano que la sentencia, sin embargo un gol de Piqué en el minuto 47 acabó con todas las esperanzas. El Sevilla cayó intentando matar, y cuando se cae así no hay ni puede haber recriminación alguna. Resultado: 2-1.
En Getafe, 1-1. La maldición continuó, y ya no pilló por sorpresa a nadie. Pero “dicen que nunca se rinde” y ahí seguían ellos, insistiendo. Y se sumó un punto, cosa que en la ciudad hispalense es motivo de fiesta en las salidas esta temporada. Con este resultado el Sevilla se quedó en la quinta posición a 8 puntos del Villarreal, su rival directo y al que se enfrentaría en la jornada siguiente en el Sánchez-Pizjuán.
El templo blanco
Llegaba de ganar al Villareal en casa, 4-2 nada menos. En el Bernabéu, la consciente necesidad de recortar distancias, hizo que ir a por todas desde el minuto uno fuese su única opción. Pero rápido desapareció la esperanza de que esa noche se consiguiera la ansiada victoria pues la imparable “BBC” hizo mella en esa ilusión. El encuentro finalizó 4-0.
Quedan 8 jornadas, 4 oportunidades para estrenarse fuera de casa y dejar atrás las derrotas y empates. Las visitas a los campos de Mestalla, el Molinón, Cornellá- El Prat y la Catedral serán los jueces que dictaminen la posición final esta temporada y la posible consecución de la luchada victoria como visitante.