Partido plácido el disputado por el Sevilla FC en Nervión ante el Cádiz. Los pupilos de Julen Lopetegui dominaron por completo a los gaditanos y se impusieron con una clara victoria. Suso puso el fútbol y En-Nesyri, con un nuevo triplete, se encargó de amartillar la portería de Jeremías Ledesma. El dominio fue total durante los noventa minutos de un Sevilla FC que, esta vez, no se paró a especular con el marcador. Los sevillistas alternaron su poderío ofensivo con su buen hacer en defensa, donde apenas concedieron peligro.
Dominio absoluto del Sevilla FC
Desde el primer minuto se vio que el partido iba a seguir el guion esperado: un Sevilla FC dispuesto a llevar la batuta y el mando del partido frente a un Cádiz que esperaba agazapado buscando alguna contra para llevar el peligro sobre la portería de Bono. Esta vez los de Julen Lopetegui si supieron sobreponerse a un equipo plantado frente al borde de su área, que dejaba pocos espacios. La ausencia de Jordán, en detrimento de Óliver Torres, permitió ver un centro del campo algo más escalonado, sin tener al catalán y a Rakitic pisándose en casi todo momento. Óliver Torres jugó con más libertad entre líneas, alternándose con un Suso que fue el principal hacedor de fútbol.
El arma del Sevilla FC en ataque fue la movilidad de todas sus piezas. Tanto Óliver como Suso y Ocampos no dejaron de intercambiar sus posiciones en todo momento, lo cual generaba espacios en la defensa gaditana y superioridad para poder combinar y encontrar los caminos al gol. Esto, unido a las incansables subidas de los laterales y a los goles de En-Nesyri, desarboló el planteamiento de un Cádiz que apenas tuvo respuesta. El partido fue un monólogo sevillista.
Con el resultado a favor, esta vez sí vimos a un Sevilla FC decidido a buscar la portería del Cádiz, sin especular con el resultado y el tiempo. Con el 3-0 en el marcador, el equipo seguía tocando en campo rival, buscando los huecos en la zaga gaditana para aumentar su ventaja. Solo ya con el partido sentenciado pudimos ver a un Bono que volvió a estar a la altura del resto del equipo cuando se le necesitó. La defensa, liderada por un imperal Koundé una vez más, apenas tuvo trabajo y el ataque generó sin descanso hasta que el árbitro concluyó el partido.
Un pichichi llamado En-Nesyri
En-Nesyri se erigió como el protagonista total del partido para el Sevilla FC. Ya no solo fueron sus tres goles (que pudieron ser cuatro), sino su movilidad, su presión constante, su mordiente arriba… Todo un incordio para la defensa rival durante los noventa minutos.
Su estado de forma es descomunal. Se encuentra el ariete marroquí en ese momento en el que la fortuna le sonríe. Los rechaces le favorecen, los balones sueltos en el área le caen… Sus tres goles así lo demostraron. Ya fuese por estar en el sitio correcto en el momento oportuno, por buscarse él mismo el espacio o por pelear esos balones sueltos como si fuesen los últimos, En-Nesyri estaba siempre presente en todas las acciones de peligro.
Además de destaparse como el goleador del equipo (y pichichi actual de la Liga), el de Marruecos estiró al equipo con su zancada y su presión, peleando cada balón como si fuese el último. Puso de gol tanto a Navas como a Idrissi con dos asistencias que bien merecían sendos goles. Sin duda el rendimiento de Youssef va al alza, como su cotización. Será una pieza clave para cumplir los objetivos de aquí a final de temporada.
El ritmo lo marca Suso
Si En-Nesyri destacó en el aspecto goleador, Suso se erigió una vez más como el fabricante del fútbol de ataque. El gaditano se encuentra en su mejor momento de forma desde que llegó a Sevilla. Su confianza está por las nubes y muestra de ello son las actuaciones como la firmada hoy sobre el césped del Sánchez-Pizjuán. Partiendo desde su banda, Suso es capaz de romper líneas, generar espacios para su lateral, asistir a sus compañeros y crear peligro sobre la meta rival. Los dos primeros goles surgen de sus botas: el primero con un remate marca de la casa en una diagonal hacia dentro y el segundo con un centro medido a balón parado.
El equipo ve en Suso su motor en fase ofensiva y eso hace que él se sienta diferencial. El gaditano rompe con el esquema de ese estilo férreo y armado de piezas totalmente engranadas que es el Sevilla FC de Lopetegui, y a su vez genera desconcierto en las defensas rivales. Y de ello se aprovechan y bien sus compañeros.