Hablan del fútbol como el deporte rey por la cantidad de seguidores y practicantes que tiene. Y efectivamente así es, aunque hay que reconocer que este deporte ha cambiado tanto, sobre todo a niveles profesionales y de alta competición, que donde antes mandaban sentimiento y afición parece que ahora mandan más don dinero, la publicidad, el marketing… y una serie de términos acabados en ing gestionados por la empresa o mandamás de turno.

Sin embargo, hay partidos en los que todo esto se obvia y vuelven a aflorar los sentimientos que uno tiene desde chiquitito. Y los Sevilla – Real Madrid tienen mucho de esto. Creo que puedo afirmar sin temor a equivocarme mucho que ganarle al Madrid para un sevillista es casi tan importante o más que ganar un derbi frente al eterno rival o conseguir una buena clasificación a final de temporada o ganar un título.

Esta vez no pudo ser. Tocó perder. Y eso que el Madrid tampoco hizo gran cosa para ganar el partido. Podemos decir que jugó andando, pero ayer fue de esos partidos que dicen que se gana con el escudo. Bien plantado en el campo, buena presión a la salida de balón del Sevilla de atrás, buen trato de la pelota y generación de alguna que otra ocasión. Benzemá hizo lo que mejor sabe hacer y metió ese gol de cabeza que dio la tranquilidad a los merengues.

Y nosotros muy aturrullados. Bien en defensa, bien plantado en el campo, mucho toque, aunque poca profundidad y poca generación de oportunidades. Y ya se sabe que para ganar partidos hay que meter goles, al menos uno y que no te marquen. El gol manda y la falta de gol por parte de la delantera sevillista es lo que ahora mismo se vislumbra como problema más importante en el sistema táctico de Lopetegui.

¿No tenemos suficientes delanteros? ¿No tenemos los delanteros adecuados? Empiezan a mosquear esos murmulleos en la grada cuando el balón pasa cerca de De Jong porque parece que el rendimiento de este jugador hasta ahora no está siendo como el que se le ha visto en la pretemporada, pero démosle tiempo que seguro que llegarán sus goles. Salieron al campo en la segunda parte Chicharito y Nolito como dos posibilidades más para la delantera y tampoco se consiguió gran cosa. Y en la grada sin convocar estaban Dabbur, Munir, Lopes, Bryan Gil… ¿hay mimbres? Yo creo que sí. Tengamos un poco de paciencia… que los goles llegarán.

La situación era muy propicia para dar un golpe en la mesa y decir “que aquí estamos”. Que somos el Sevilla FC, los líderes de la Liga Santander. Habían pinchado el Atlético empatando en casa y el Barça perdiendo en Granada, por lo que una victoria ante el Madrid nos hubiera asentado muchísimo en la clasificación. Pero no pudo ser. De todas formas nadie puede negar la entrega y el esfuerzo de nuestros jugadores, pero hay partidos que a veces salen así y casualmente hasta ahora los dos peores partidos del Sevilla han sido los dos jugados en casa, el del empate ante el Celta y la derrota de este pasado domingo ante el Madrid.

¿Y ahora qué? Pues ahora a seguir. En la misma línea y con la misma entrega o más si cabe, buscando que su majestad El Gol nos visite más pronto que tarde y se alíe con nuestros delanteros, sobre todo. El jueves tenemos nuevo partido de Liga en Éibar y el próximo domingo nos visita la Real Sociedad. Hay que seguir sumando y la mejor forma de sumar ya sabemos cómo es: metiendo goles…

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