El Sevilla obtuvo su segunda victoria en Europa League, esta vez en casa ante el APOEL. El conjunto nervionense partía como favorito, aunque Lopetegui se encargó de rebajar los ánimos en la rueda de prensa previa. Con todo ello, el once inicial presentó numerosas novedades que dejaron diversas sensaciones en el terreno de juego. El Sevilla permanece primero de grupo con cuatro goles a favor y ninguno en contra.
Ante el Apoel, el Sevilla de la posesión
Desde los primeros compases, el APOEL dejó muy a las claras su juego. Tratando de estar replegado y presionando en el mediocampo, los chipriotas intentaron paliar su menor nivel competitivo. No obstante, el Sevilla se mostró seguro con el balón, tal vez demasiado. Los de Lopetegui amasaron la pelota hasta la saciedad, moviendo el cuero de un lado a otro tratando de descolocar a la poblada defensa rival. Sin embargo, la intensidad en tres cuartos de campo no fue la suficiente y el conjunto hispalense tampoco la buscaba. Una vez logró el primer tanto, el Sevilla tuvo la posesión contra el Apoel y poco más. Aún así, hubo varios fallos que propiciaron acercamientos del rival sin demasiado peligro.
Con todo ello, el partido dio la oportunidad de ver nuevas caras en el terreno que, en general, dejaron actuaciones notables. Rony Lopes debutó como titular y, al menos durante la primera parte, dejó muestras de su calidad en el desborde y la velocidad que le caracteriza. Bono apareció por primera vez en la portería sevillista, sin demasiadas ocasiones para lucirse. Asimismo, el encuentro también sirvió para que jugadores como Pozo o Gudelj se reafirmaran en sus buenas condiciones con un gran estado de forma. El Sevilla mantuvo su condición de equipo superior constantemente, controlando prácticamente todos los pormenores del juego.
Gudelj, un cerrojo
El centrocampista serbio realizó un partido fabuloso en el Sánchez-Pizjuán. Aparecía para realizar numerosas ayudas y realizaba pases de seguridad para dar coherencia al juego del equipo. Gudelj aportaba constantes líneas de pase a sus compañeros, dando salida al balón y siendo la primera defensa para el rival con la pelota. Sus recuperaciones se sucedían, estando siempre en el sitio correcto para abortar la posibilidad de ataque del rival. Un desempeño que deja un gran sabor de boca y mete presión a otro futbolista en gran estado de forma como Fernando.
Sergi Gómez, fuera de ritmo
El central catalán volvía a disputar un partido con el Sevilla tras un verano lleno de rumores sobre su traspaso. Su trabajo y esfuerzo en los entrenamientos tuvo su recompensa con un entrenador que casi no contaba con el en la plantilla. Su actuación fue muy discreta, demostrando su falta de competición y con unas carencias defensivas muy preocupantes. No supo aportar seguridad en su zona, realizando despejes dudosos y con ciertos despistes muy serios. Nadie duda de su enorme profesionalidad, pero la realidad es que, a día de hoy, Sergi Gómez no posee nivel suficiente como para ser parte del equipo titular.