Salvatore Sirigu (Nuovo, Italia, 1987) llegó este verano al Sevilla procedente del PSG porque buscaba minutos que en París no tenía y porque el Sevilla buscaba un portero experimentado, porque los suyos, aunque de calidad, se antojaban bisoños. Ni Sergio Rico ni David Soria se habían ganado la confianza según el nuevo cuadro técnico, a pesar de ser los porteros titulares campeones de la Europa League 2014-15 y 2015-16 respectivamente. Ni siquiera la internacionalidad absoluta de Rico mitigó el vértigo que le daba a Sampaoli que los dos porteros de la plantilla tuvieran 22 y 23 años y pidió un portero con anterior fecha de nacimiento en el carnet de identidad.
Pocas oportunidades
La dirección deportiva accedió a su reclamación y así fue como los destinos de Sirigu y el Sevilla coincidieron. Pero Desde el principio, Rico le ha cerrado el acceso a los minutos que perseguía. Incluso David Soria, al que se abrió, en principio, la puerta de salida, le ha adelantado. De forma que las oportunidades que ha disfrutado Sirigu han sido pocas. 178 minutos en dos partidos de liga y 90 en uno de copa es lo único que Sirigu ha jugado y además, se ha caído de las convocatorias muchas veces.
Malas actuaciones
La primera oportunidad le llegó en la jornada 4, cuando el Sevilla visitó al Eibar. El Sevilla no cuajó un buen partido, se volvió con solo un punto. Sirigu encajó ese día su primer gol con el Sevilla. Pero peor aun le fue en su segunda aparición. La jornada seis, en San Mames, donde el Sevilla volvió a dar un mal partido, y además Sirigu destacó negativamente. El Sevilla perdió 3-1 pero Sirigu solo encajó dos goles. El tercero fue un absurdo penalti, cometido por el propio portero italiano sobre Aduriz y que acarreó su expulsión. Como el Sevilla había agotado los cambios, Iborra fue quien recibió el tanto, con el tiempo cumplido, lo que significó la sentencia del partido.
Tampoco le hizo ningún bien al cancerbero transalpino el trofeo Antonio Puerta, frente a Boca Juniors. Tuvo una actuación decepcionante, con varios fallos que le costaron goles al equipo y perder dicho trofeo.
Pérdida de confianza
Con estas malas actuaciones, Sirigu ha ido perdiendo la confianza de los técnicos. Su última aparición hasta el momento, fue en dieciseisavos de la copa, en Formentera. El equipo superó ampliamente al rival de tercera división pero Sirigu volvió a encajar un gol. Para el partido de vuelta, Sampaoli reconoció que estaba previsto que jugara, pero un asunto personal obligó al italiano a perderse ese partido. Finalmente, en la eliminatoria de octavos de final frente al Madrid se quedó sin jugar. En la ida del Bernabeu Sampaoli alineó a Rico, y en la vuelta, Puso a David Soria. Parece que Sirigu se ha quedado sin la confianza del técnico argentino y abocado a ser el tercer portero.