El equipo entrenado por Jorge Sampaoli no pudo obtener la victoria en la primera salida de la temporada. Con este empate, son ya 20 los partidos en los que el Sevilla no ha conseguido ganar lejos del Sánchez-Pizjuán. Una racha que se inició con Unai Emery y que, de momento, continúa con el entrenador argentino.
La última victoria
Desde el 23 de mayo del 2015, justo cuatro días antes de la final de la Europa League ante el Dnipro, el Sevilla no sabe lo que es volver a casa con los 3 puntos en el campeonato liguero. El equipo hispalense visitó el estadio de La Rosaleda en la última jornada de liga, teniendo asegurada la quinta posición y con opciones de jugar la Liga de Campeones. Los goles de Reyes, Banega y Aleix Vidal fueron suficientes para imponerse en el marcador por 2 goles a 3.
Desde ese encuentro, la jornada 38 de la temporada 14/15, el conjunto sevillano ha cosechado numerosos empates y derrotas, pero nunca una victoria. En la temporada pasada fue el único club de las grandes ligas que no fue capaz de ganar a domicilio. Esos puntos que el Sevilla dejó escapar cada vez que visitaba un campo diferente al suyo se reflejaban en la clasificación liguera, en la que quedó en séptimo lugar.
Pese a la racha negativa de resultados en Liga fuera de casa, el club de Nervión se mantuvo firme en las rondas clasificatorias de Europa League y de Copa del Rey, en las que llegó a la final.
Resultados opuestos
Si el Sevilla fue capaz de completar una excelente temporada 15/16 fue, sobre todo, por sus buenos resultados en el Sánchez-Pizjuán. Equipos como Barcelona (2-1), Real Madrid (3-2), Valencia (1-0), Athletic (2-0), Villarreal (4-2) o Betis (2-0) no fueron capaces de llevarse la victoria.
Entrenadores distintos, mismo resultado
Nada tiene que ver el estilo de juego de Unai Emery con el de Sampaoli. El Sevilla de Unai jugaba al contragolpe y esperaba la jugada del rival para aprovechar los espacios y salir con velocidad hacia la portería contraria. Esta manera de entender el juego, que tantos éxitos ha dado a los sevillistas, a veces se pasaba de conservadora y no asumía riesgos, sobre todo fuera de casa. Probablemente por la falta de oportunidades, por el dominio local o quizás por falta de suerte, el Sevilla no obtuvo recompensa a domicilio.
En cambio, Sampaoli ha manifestado en varias ocasiones que su objetivo es «dominar al rival, sea en el campo que sea». Una idea futbolística totalmente diferente a la de Emery. Su debut liguero en Nervión dio muestras de lo que quiere del equipo para toda la temporada; posesión, ritmo e intensidad. Por eso, resulta sorprendente que en el Madrigal se viera a un Sevilla totalmente distinto al que jugó en el Pizjuán. Parecía un equipo impotente, sin ideas y sin tirar a puerta en todo el encuentro.
Lo cierto es que la victoria fuera de casa se resiste y, para lograr los objetivos ambiciosos de esta temporada, hay que acabar cuanto antes con esta mala racha a domicilio.