Martínez Madrona pita el final. Final, y un 4-3 en el marcador del Estadio Jesús Navas. Final, y Raquel Pinel estira los brazos hacia el cielo. Final, y los tres puntos se quedan en casa. “El partido más loco que jugamos desde que empezó la liga”, aseguró Cristian Toro en sala de prensa y razón no le faltaba.
El equipo remontó, supo ponerse por encima en el marcador y también supo sufrir cuando todo un Valencia CFF aprovechó cada ocasión que se le presentaba. Victoria trabajada en equipo, lo más importante de todo.
A ese equipo volvió Amparito Delgado. Tras una lesión que no le ha permitido jugar hasta este fin de semana ningún encuentro de la Primera Iberdrola esta temporada, la jugadora del dorsal 15 saltó al campo en el once titular. Feliz, seguro, de volver a disfrutar del balón un domingo junto a sus compañeras, defendiendo el escudo del equipo que la ha visto crecer.
Son 12 las temporadas que ha portado en su camiseta el escudo del Sevilla FC, en las buenas y en las malas. Amparito ha sufrido el descenso y ha sabido dar lo mejor de sí para devolver al equipo a la primera división. Ahora, ya recuperada, podrá seguir regalándonos esas píldoras de calidad que muchos echábamos de menos poder disfrutar.
Fuera del campo, es más bien tímida, callada y humilde. Es de esas personas que prefieren que su buen hacer hable por ellas, y vaya que sí lo hace. Amparito es un valor seguro, que siempre que sale al campo da lo mejor de sí.
Con la dulce alegría de la victoria ante el Valencia, con la vuelta de Amparito y tres puntos que nos dan un empujoncito en la tabla