Lo decía el otro día el presidente José Castro en rueda de prensa, cuando hizo balance de la ya pasada temporada del Sevilla Fútbol Club: “Preveo un verano complicado”.
La verdad es que, cuando lo escuché, no le di la más mínima importancia. Lo mismo dice todos los años Roberto Brasero, el hombre de El Tiempo de Antena 3, y jamás acierta con sus previsiones… De aquí a nada lo fichan para el VAR, ya verás.
Si acaso, complicado lo va a tener Diego Carlos, que, con esa musculatura de hierro que dios y el gimnasio le han dado, va a partir todas las agujas de las jeringuillas y le van a tener que administrar la Pfizer en un supositorio…
Si acaso, complicado lo va a tener Jesús Navas, que, con la gilipollez esa del seleccionador nacional de no convocarle para la Eurocopa, no le va a quedar más remedio que ponerse a correr por los arcenes de las carreteras comarcales de los alrededores de Los Palacios. Porque, ¿alguien ha visto alguna vez a Navas andando normal, sin correr?…
Si acaso, complicado lo va a tener Monchi, que tiene que buscar tiempo para nuevos fichajes mientras escribe el prólogo para el libro sobre Maradona, que sabemos que no nos lo entrega todavía porque es muy perfeccionista y quiere encontrar las palabras precisas para transmi¡¡¡QUE NOS LO MANDES YA, PISHA!!!…
Si acaso, complicado lo va a tener el aficionado jartible, o sea, todos, como quiera seguir las evoluciones de todos sus jugadores. Tal y como informaba el Sevilla Fútbol Club a través de su página web oficial, Luuk De Jong se estrena mañana mismo con la selección de Países Bajos en partido amistoso ante Escocia, y el domingo contra Georgia. Jules Koundé también podría jugar mañana, coincidiendo en horario con el anterior, en un partido de la selección francesa frente a Gales. Y luego está Argentina, que disputa un partido contra Chile, clasificatorio para Qatar 2022, la madrugada del jueves al viernes, hora sevillana, y donde podrían participar Ocampos, Acuña y el Papu Gómez. Y todo eso sin contar con Bryan Gil, que lo está petando en el Europeo con la selección sub-21, y que ya está en semifinales. Nos faltan pantallas para tanto partido junto…
Pero salvo estos, el resto, ya me dirás tú: vacaciones hasta el 6 de julio y, a partir de ese día, todo el mes entre las playas de Algorfa (Alicante) y Lagos (Portugal). Y la plantilla sola. Que entiendo que se hablara de verano complicado si se llevaran a sus respectivos cuñados, pero no es el caso, claro. ¿Te imaginas? Los cuñados, de pretemporada. Enmendándole la plana a Lopetegui como jubilados comentando las obras del barrio. Porque se han suspendido que, si no, el entrenador se marchaba a Pamplona a correr los encierros, una actividad con muchísimo menos peligro que tener cerca a un cuñado opinando sin saber, valga la redundancia.
Por no señalar y dejar en evidencia a nadie, pondré de ejemplo al mío. Un día, viendo un partido, me pidió que le explicara qué era eso del fuera de juego. Y lo raro no es que me lo preguntara a su edad, que tiempo ha tenido de sobra para enterarse, no, lo peor es que estábamos viendo un partido de baloncesto. Le dije que el ejemplo más claro de fuera de juego era él mismo. Su única respuesta al respecto fue irse a mi frigorífico a por más cervezas. Más cervezas para él. Al final, claro, acabó doliéndole la cabeza. Le dije que se echara Reflex. Y lo hizo.
¿Y por qué les cuento yo estas cosas de mi cuñado? Será que, amigos y amigas lectores, les he cogido cariño y confianza y me permito desahogarme con ustedes. Porque ha sido mencionar a los cuñados, darme cuenta de que ya estamos en junio, que dentro de nada llegan ya las vacaciones y que la amenaza de que mi cuñado aparezca en nuestro apartamento de la playa sin avisar, valga la redundancia, está cada vez más cercana.
A ver si va a tener razón el presi del Sevilla Fútbol Club y este va a ser un verano complicado…