Como si de un cuento se tratara, así comenzó todo:
Nueva temporada. Nuevos fichajes (no muchos). Nuevos retos, nuevos objetivos, nuevo proyecto; en definitiva, una nueva historia que escribir. Y menuda historia iba a escribir nuestro Sevilla Atlético.
Hace casi un año, a comienzos de esta temporada, la lucha y el reto del filial era permanecer en Segunda B. Y hoy por hoy, habiendo superado con creces ese primer objetivo, solo les separa de la categoría de plata del fútbol español el Lleida. Todo un sueño para un club que no deja de disfrutar y de hacernos disfrutar, un sueño que ya rozan, un sueño más que merecido por todo el trabajo, el empeño y la constancia. Un sueño llamado Segunda División. La emoción y la ilusión de todo un equipo que convergen en un mismo punto, un vestuario que palpa la tensión y los nervios de la previa de un encuentro, un túnel de vestuario que congela por unos segundos el silencio de cada jugador antes de pisar el césped, y es así como en el filial del Sevilla Fútbol Club se ha creado una familia que rema en la misma dirección persiguiendo un sueño.
Y en esta lucha no están solos, porque el sevillismo mueve montañas y lleva por bandera aquello que tanto resuena en boca de todos los sevillistas “a cualquier campo yo voy a viajar, donde tú juegues te voy a animar”. El Camp d’Esports recibirá este domingo a las peñas de Barcelona, Donosti, Zaragoza, Castilla-La Mancha y Madrid. Es esta unión de todos los que sienten los colores rojiblancos la que necesita ahora el equipo, una unión de la que ellos han hecho eco durante todo este magnífico año, y que les ha llevado hasta donde están.
No queda más que el último paso, el decisivo, el que les lleve a la gloria. Y sabemos que, a doble partido, el Sevilla es letal y así lo ha demostrado en toda la fase de ascenso. Es un cruce apasionante el que se disputará contra un Lleida que también lucha y pelea por ese puesto.
El timón de este barco, Diego Martínez, pide controlar la emoción para demostrar que están donde deben, por méritos propios, que a este Sevilla Atlético nadie le ha regalado nada. Un partido al que deben plantar cara y hacerse con la victoria.
Déjanos disfrutar de ti Sevilla, de la magia de cada jugador sobre el terreno de juego y de la capacidad que tienen para hacer bonito cualquier encuentro.
Y como todo cuento, queremos un final feliz. De esos que acabas de leer y sabes que te han marcado, que han calado.