Sin hacer mucho ruido y sin llamar mucho la atención, Pablo Sarabia está haciendo una enorme temporada. Gracias al gol del pasado sábado frente al Deportivo de La Coruña, el futbolista madrileño del Sevilla FC ha conseguido unas cifras asombrosas; diez goles y doce asistencias en lo que va de campaña. A pesar de no ser un fijo en el once de Sampaoli, el centrocampista nervionense ha logrado unos números bastante destacados. Uno de los fichajes más rentables del pasado verano.
Llegada a Nervión
Sarabia llegó al Sevilla procedente de un Getafe descendido a la Liga 123. Siendo uno de los mejores del conjunto madrileño, Ángel Torres lo dejó salir por menos de medio millón de euros. Un futbolista polivalente, rápido, con gol, barato y que conocía la liga española. Desde el primer momento parecía ser una ganga y partido tras partido se está confirmando. Sarabia se ha adaptado a la perfección al Sevilla, a la ciudad y al fútbol ofensivo de Jorge Sampaoli. Ha jugado en el lateral izquierdo, en la punta de ataque, por las bandas, y casi nunca ha desentonado. Tras varios partidos en los que Nasri no parece ser el que era, gran parte de la afición reclamaba la titularidad del futbolista madrileño.
Pide sitio
Dejando atrás un desastroso partido frente al Barcelona, llegó el Deportivo de La Coruña al Sánchez-Pizjuán. Sampaoli decidió darle la titularidad a Sarabia y este volvió a aprovecharla marcando un gol y asistiendo a Correa. Sarabia ha sido convocado en veintiocho partidos con el Sevilla, de los cuales once de ellos ha sido suplente y diecisiete titular, aunque en la mayoría de ellos ha terminado con buena nota. Habiendo jugado en todos los partidos en los que ha sido convocado, Sarabia lleva siete goles en la Liga Santander; tan solo tres menos que el máximo goleador sevillista, Wissam Ben Yedder. Un jugador que aporta mucho ofensivamente al equipo, pero que no es titular indiscutible. Un futbolista cada vez más querido por la afición y que lo da todo en el campo.